Mision en Paris...

[Off: Lili ;O;! ¡Me alegro tenerte de vuelta >x<!]

Respecto a la opinión del peliblanco, el pensaba que no habían encontrado un mejor lugar para quedarse mientras tanto. El lugar de por sí desprendía buena vibra, y un aire humilde pero respetuoso hizo sentir al exorcista menor cómodo en todo el sentido de la palabra. Al escuchar a hablar a la mujer, aunque fuese en francés y el dominio de las lenguas no se le daba espectacular como en el caso de Lavi y, ahora que descubría, a Rodrigo también; pudo percatar el comentario coqueto hacia su persona: en efecto, el color rojo se le subió hasta la punta de las orejas como si fuese un pequeño niño el elogiado. Entonces se mencionó la comida, y un ardor hueco se cernió sobre su estómago casi como por arte de magia.

¿Hace cuanto que no había ingerido comida alguna?

Pero antes de que él mismo se respondiese con un breve calculo de horas, Rodrigo le había extendido su respectiva llave para la habitación que la esperaba. Allen la tomó con un ademán distraído. Tim se movía inquieto como si algo no andase del todo bien, sobre su cabeza. El muchacho lentamente giró sus ojos hacia el Golem, en ese tiempo Rodrigo se había adelantado seguramente hacia su habitación, mientras él se entretenía con el leve temblequeo de su redondo amigo.

-Tim, ¿qué sucede? –preguntó, y casi al mismo tiempo una silueta esbelta y más alta que él, se abalanzó hacia donde estaba de tal forma que a Allen ni le dio tiempo de reaccionar y terminó en el suelo debajo del cuerpo de la muchacha que desde hacía horas lo estaba buscando sin él saberlo.- ¿Eh? –murmuró levemente aturdido por la impresión y el golpe que se había llevado, por descuidado, en la cabeza. Varias veces parpadeó, y sus también grises ojos enfocaron el rostro de una atractiva chica que sonreía radiante de felicidad. Dos segundos más tarde, Allen la reconoció con una leve impresión ahogada- ¿Sofía? ¿eres tú?

Rodrígo bajó por las escaleras del hostal, silvando una melodía entre dientes, justo a tiempo de ver como una hermosa mujer placaba (si, placaba) a Allen. Una vez los dos en el suelo, estaba dando un abrazo al albino, que se estaba poniendo rojo, no se sabía si por lo embarazoso de la situación o por que se estaba quedando sin aire.

Lo que fue mas, parecía que el chico estaba sorprendido, pero reconocía a su "asaltante".

- ¿Sofía? ¿eres tú?

Rodrigo se quedó mirando la escena unos segundos, sin saber que decir o que hacer.

-Esto... ¿Me he perdido algo?.-Dijo el hombre mientras se rascaba la cabeza, sin saber en donde se había metido de nuevo.

Luego de aquellas respuestas dadas por Alice y de sus drasticos cambios de estado de animo, Leandro decidio comentarle algo.

- Alice sabes, entonces estamos donde mismo dimos comienzo a esta mision, eso asi parece, sin nada que nos pueda ayudar, pero sabes tengo una idea, que podria ser de ayuda.-se acerca a Alice, va hacia a ella y acerca su rostro al de Alice, luego le susurra- Que opinas de si hacemos guardia en el local mas grande que tenga este tipo que buscamos, ya que opino que deben reabastecer el local de una forma, asi buscamos la fuente misma de donde se hacen esos chocolates, y si tenemos suerte a la persona que buscamos.

Pese a estar en una situacion algo comprometedora con Alice, Leandro no mostraba ninguna expresion de serntirse avergonzado, por el contrario se notaba tranquilidad y concentracion en su rostro.

[off= yo tambien me alegro de estar de vuelta musi ;O;]
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- Pues me parece bien...- comenzo Alice, luego se fijo en la proximidad que tenía leandro y como este invadía su espacio personal.- Esto... Leandro, no es necesario que estes tan cerca.- comento con una gota saliendo de detrás de su nuca, dándo un paso atrás para alejarse un poco.

- Bu-Bueno que tal si comenzamos a buscar en las posadas que encontremos en el camino, antes de llegar a quel local que dices. Ya esta anocheciendo sería bueno ver por donde andabamos y conocer el terreno antes de llegar a ese lugar.

Propuso ella antes de partir, tal vez, si tenían suerte encontrarían alguna pista en las posadas que encontraran en el camino. Luego de eso irían al local, de seguro se quedarían esperando allí hasta que apareciera lo que estaban buscando. Alice se pregunto mentalmente si sería bueno comprar algo de comer si es que tardarían mucho en el lugar. Espero la respuesta de Leandro para saber su opinion.

Leandro luego de las palabras de Alices, trato de alejarse un poco,pero al hacer esto le dijo.

- Recuerda que estamos en territorio enemigo, ademas las paredes tienen oidos...

Dijo esto señalando con el dedo, hacia atras de el, en donde se notaba que habian 3 sujetos aparentemente conversando. Luego de esto Leandro dice.

- Ya entonces esta decidido,... mmm, pero entonces tendremos el resto del dia libre,- se pone a pensar unos segundos- ... entonces, ¿sugieres algo que podriamos hacer antes de eso?

Diciendo esto, Leandro se tira para atras y se apoya en la muralla, entrecruzando los brazos.

- ¿e-eh?.... Bueno...- comienza a pensar Alice.- Que tal si comemos antes de hacer lo que planemos con la tienda de chocolates.- le dijo ella sonriente.- deberíamos hacerlo antes de comenzar cualquier cosa.

Alice comenzo a caminar, miro el lugar para ver si había algun lugar cerca. A lo lejos, del otro lado de la calle, vio un local muy bien decorado.

- Que tal si pasamos por allí primero.- le dijo a su compañero.- Sirven comida podríamos llevar algo, también parece ser una posada aprovechemos de preguntar mientras.- sugirió para caminar hacia el lugar, esperando que Leandro le siguiera. Ya cerca del lugar escucho una voz familiar, o al menos esa impresión le dio.

- Esta bien Alice, vayamos a ese lugar y alli planearemos bien que hacer sobre lo que te comente.

- Creo que nos viene bien en reabastecernos con algo de proviciones, y descansar un poco luego del viaje ya que nisiquiera hemos descansado algo hoy...

Luego y mirando a Alice mientras caminaban hacia el local, se percato que ella estaba como despistada mirando hacia aquel lugar, como si huviese algo alli. Leandro al ver esto le pregunto.

- ¿Que pasa Alice?

Justo en ese momento, ambos ya estaban en la entrada del local, en el cual se veia que era un lugar agradable a la vista.

(Lamento la demora, salí de la ciudad durante 3 días...)

El abrazo pasó a ser un ligero manoseo por parte de la lasciva chica que instinctivamente llevó ambas manos al pecho del joven comenzando a "inspeccionarlo". Por una razón desconocida, Allen siempre había tenido cierto "efecto" con las chicas de Madame Julieta y Sofía no era la excepción.

-Al fin te encuentro Allen, Madame Julieta me envió a buscarte diciendo que era importante que te lleváramos con ella cuanto antes, pero no creo que importe si nos retrasamos una o dos horas. Y viendo que ya tienes habitación en esta posada...-

Pasa a sugerirle la hermosa dama anunciando sin pudor alguno sus lujuriosas intenciones. El exorcista que acompañaba al albino fue totalmente ignorado mientras los hermosos y embrujantes ojos de la española solo podían ver al aprendiz de Cross de manera perversa y maliciosa.

La gota en la cabeza de Rodrigo era comparable a la de Tim ante la escena.

-Menuda asaltacunas...- Susurró el hombre.

-Ella es Sofía, Rodrigo-san. Es una de las chicas que trabaja para Madame Julieta, la mujer que estamos buscando

-Mucho gusto.- El hombre hizo una pequeña reverencia, mostrando su respeto a la mujer.

De pronto se escucharon unos pasos que cruzaban la puerta y antes de que pudiera decir nada, escuchó a Allen hablar.

-¿A-alice?

¿Mas conocidos? Madre mia, ¿en que se había metido?

Miró de reojo a Rodrigo al cual analizó de pies a cabeza con la habilidad que años de trabajo le había otorgado. Al notar que frente a si tenía a otro hombre común y corriente se limitó a suspirar y a saludarle de manera atenta. Lo que a ella le gustaba eran los hombres inusuales (cosa lógica pues veía muchísimos hombres debido a su profesión) y Allen era el único albino que conocía; si a esto le sumamos su enigmática cicatriz, su agradable trato, su nada deleznable cuerpo y lo bien que le sentaba ese uniforme que hasta hoy solo había visto en él y en Cross, era de esperarse que sintiera tanta atracción por él.

- El gusto es mío.-

Se limitó a responder en un tono algo molesto al escuchar el comentario de Allen al reconocer a otra persona que aún no había ubicado con la vista. Pero el solo hecho de haber sido mencionado un nombre femenino la puso en alerta. Por lo que sin perder el tiempo pasó a tomar de un brazo al peliblanco y a jalarlo de la posada impidiéndole terminantemente hablar con cualquier otra persona, incluído Rodrigo.

Fue así como la hermosa española terminó en la calle con su acompañante/prisionero al cual sostenía con vehemencia con un brazo mientras intentaba darle un pellizco en el trasero con la otra.

- Es Allen.- contesto a la pregunta de Leandro, estaba bastante sorprendida de encontrarse al peliblanco en la ciudad. No muchas veces ocurrían cosas así, tal vez su compañero también estaba de misión en el lugar ¿seria la misma acaso?

En el lugar había algo de gente, pero no tanta como impedir ver el cabello de Allen, elcual resaltaba entre los demás, por otro lado Tim tampoco pasba de desapercibido. Alice iba ir a saludarlo alegremente, pero en cuanto quiso hacerlo era llevado rapidamente hacia otro lugar por una extraña. Una gotita apareció detrás de su nuca por las circunstancia en que Allen había desaparecido.- Que raro...- dijo en un murmullo.

No le tomo mucha importancia a lo último, ya que se fijo en que había otro chico mas allí. El cual, al parecer, era acompañante de Allen.- Tu debes venir con Allen ¿no?- como siempre curiosa, le pregunto al extraño chico que se encontraba todavía en el lugar.

Leandro aun preguntandose quien era ese chico, el cual se notaba por la blanca cabellera que tenia ... el mismo color que el de leandro ( xDD ), lo cual hacia mas facil encontrarlo, pero en vez de ir por el prefirio seguir con su compañera y a ver si podia sacar algo de informacion del exorcista que tenian al frente, el cual Alice sin ninguna bacilacion le pregunto "Tu debes venir con Allen ¿no?" . Con esto Leandro solamente se hizo notar ya que estaba al lado de Alice y solo prefirio saludar a su compañero de labores.

- Buenas Tardes... Luego tosiendo un poco ... y por ultimo refiriendose a Alice.

- Creo que antes de preguntar cosas, ¿seria mejor presentarnos, y saludar a este compañero Alice?

Rodrigo parpadeó, abrumado por los acontecimientos que acababan de suceder. El hombre sacudió la cabeza, para así centrarse y atender a la mujer que le hablaba.

-"Tu debes venir con Allen ¿no?"

-Buenas Tardes...Creo que antes de preguntar cosas, ¿no seria mejor presentarnos, y saludar a este compañero Alice?

-Yo me llamo Rodrigo.- dijo el español, un poco confuso. Pero antes de que respondieran, salió a la calle y vió por donde iba Allen.

-Si me disculpais... No quiero perder de vista al chico, asi que...- Y hechó a correr hasta alcanzarle, no quería perderlo. Esperaba que esos dos jóvenes que conocían a Allen le siguieran. Quería pegunarles bastantes cosas.

- uhm...- Alice dejo que el chico se fuera y ni siquiera se movió del lugar.- Que flojera...- comento Alice luego de unos instantes de, al parecer, estar meditando la extraña situación en la que vieron a esos dos chicos, digase Rodrigo y Allen.

- Leandro comamos algo.- exclamo con ojitos brillosos.- Claramente los chicos tienen algun otro objetivo en este lugar, ya que no esperaban encontrarnos.- dijo Alice recordando las reacciones, que había tenido Allen y su acompañantes, al verlos entrar al lugar donde se encontraban ahora.- Ademas tengo hambre y Allen sabe cuidarse el solo ¿Que dices?.- De todas formas si perdían el rastro de sus compañeros, no sería muy dificil encontrarlos ¿Donde mas encontrarían a un chico de cabello blanco con un traje de exorcista? Claro, ademas de Leandro. Pero Allen tenía una bola amarrilla flotante acompañandolo, asi que sería mucho fácil.

Luego de la pregunta que le hizo a su compañero no lo dejo ni siquiera pensarlo ya que lo empujo hacia donde, al parecer, era un restorant que se encontraba dentro del mismo Hotel. Había muchas mesas para cuatro o dos personas llenando el sector, estaba medio vació asi que encontrar una mesa seria rapido.

Creía haber logrado apartar exitosamente a Allen del resto del grupo más la insistencia de Rodrigo no le agradaba para nada. Empujándole la espalda baja al exorcista (no sin cierta malicia) pasó a apresurar el paso mientras su rostro adoptaba un semblante más serio.

- Madame Julieta nos ha enviado a todas a buscarte... Debemos de reunirnos en su nueva locación cuanto antes para tratar asuntos concernientes al corazón.-

Le susurra al oído mientras desvía su mirada hacia el acompañante español que seguía intentando alcanzarlos. Aquello pareció no agradarle a la chica que sin titubear comenzó a adentrarse en callejones cada vez más espaciosos y llenos de gente para posteriormente tomar un puño de monedas de bajo valor y lanzar las mismas al aire en una zona pobre de la capital francesa. Dicha lluvia monetaria causó gran conmoción entre los pobres parisinos que se lanzaron cual hambrienta jauría en contra de las numerosas monedas que caían tintileando. Aquel caos se extendió hasta abarcar por completo la calle que quedaba a espaldas de ambos mirando como Rodrigo aún no pasaba por dicha zona y ahora debía de enfrentarse a la carambola iniciada por Sofía que esbozó una amplia sonrisa de satisfacción al imaginar a su perseguidor en serios problemas. Tras aquella treta continuó su camino aún tomando con fuerza al albino para dirigirlo hacia donde habría de tener una importante plática con la aliada de Cross.

Mirando el espectaculo que se desenvolvia al frente de el, Leandro opto por seguir a su compañera en lo que ella deseaba, ya que mas que mal, = sabria algun dia quien era ese chico peliblanco y rodrigo, ya que todos los exorcistas convergen en el mismo lugar,.... la orden oscura, al paso de un tiempo, y sentandonos ambos en una de las mesas para 2, Leandro opto por hablar con Alice sobre la mision, a ver si de esta forma olvidaba a esos compañeros de alguna manera para poder centrarnos en nuestra mision, la cual era la primera de Leandro y queria por todos los medios llevarla a cabo bien y sin problemas.

- Alice,... sobre la mision, ¿que crees tu que realmente debemos hacer?, ya que yo por mi lado pensaba, en disfrasarnos, como simples aldeanos, para asi no ser adevertidos por los posibles akumas, o para no ser vistos por el dueño de esos chocolates, y de esa forma esperarlo a la hora aproximada que reabastece sus negocios con chocolates.

Justo en ese momento aparece el garzon, el cual les dice a ambos el menu del lugar, Leandro en ese momento pidio un te de hiervas, y un trozo de pie de limon, y esperando la respuesta de Alice, Leandro quedo espectante.

Rodrigo, a pesar de la distancia (que iba recortando rápidamente) vio claramente como la tal Sofía usaba el truco del dinero. Sigh. Si no le querían cerca, que lo dijera, pero esas tonterías le cabreaban y mucho. Le parecían niñerías de niñata malcriada. Además, donde las dan las toman.

En un instante sacó un fajo de billetes de los grandes de un bolsillo y con un movimiento los lanzó justo hacia el lado contrario del que le acababan de bloquear. Un segundo después, la multitud que le cerraba el paso se había arremolinado hacia el otro lado. Después de todo, las monedas no pintaban nada en una competición contra billetes.

Echó a correr como un cohete, y un momento mas tarde estaba a punto de alcanzar a Allen y a la chica esa. Y su nivel de mosqueo estaba alcanzando niveles muy altos, pero, aún así, hizo un importante esfuerzo por calmarse. Pero como la chica volviera otra vez a las andadas...

Aquel rostro, aquellas palabras y su tono de voz fueron demasiado para Sofía.

Sin darle tiempo al albino para reaccionar llevó ambas manos a las mejillas de él y pasó a robarle un intenso y apasionado beso. Al terminar el mismo se notaba un gran sonrojo en el rostro de la chica que miraba con ojos ilusionados al peliblanco (no sin cierta perversión). Sus manos pasaron ahora a sus propias mejillas mientras cerraba sus ojos y dibujaba una gran sonrisa en su rostro ladeándose y contornéandose cual colegiala.

-Awwwww que tierno eres Allen Kun ~-

Su rostro miró al acompañante del albino y lo dejó alcanzarlos sin problema alguno. Para cuando Rodrigo llegó Sofía ya tenía su diestra sobre sus labios acariciándolos con su mente rememorando aquel beso. Pareciera que mil y un estrellas tintilearan a su alrededor pues permanecía en un estado de "autismo" peculiar. Finalmente saliendo de su trance miró a Rodrigo con aprobación más dirigió sus palabras al alumno de Cross.

-Lo que tú quieras amado mío, no puedo negarme a lo que me puedas pedir... Sin importar lo que sea que me pidas.-

El tono de la joven era extrañamente acaramelado (acentuando con cierto toque español aquel amado mío) pasando del dulce al picante al entonar su insinuación final esbozando una coqueta sonrisa dándole a entender a ambos a qué se refería con "lo que sea".

Tras aquellas palabras pasó a encaminarse sumida en sus lascivos y pseudo románticos pensamientos aún acariciando sus labios con anhelo e ilusión. Aquella chica parecía ser fácilmente manipulable por Allen y no le importaba en absoluto.

Rodrigo llegó al fin, resoplando, y con cara de mala leche. A pesar de todo, había visto la actuación de Allen, aunque no había oido lo que había dicho. A pesar de todo eso, tenía que admitir que el joven era un profesional. Se había camelado a la tal Sofía como había querido.

La verdad es que para el español, el peliblanco era un misterio. Que las había pasado canutas en su vida era un hecho claro. Además, tenía la impresión de que había perdido a alguna persona querida por los akumas, por la cara que había puesto mientras el contaba su historia. Solo fue un momento, pero se le notó (coges esa experiencia tras años de aguantar a ricos que tienen siempre lo que un profesional llamaría cara de poker). También había sacado un par de detalles mas menester a su observación, pero sabía poco de el.Tampoco es que hubiera tenido mucho tiempo para conocerlo mejor, pero bueno. Era lo que había.

-Bueno.- El hombre lanzó una mirada asesina al duo.- ¿Le importaría a alguien explicarme que demonios pasa aquí? Porque no creo que haga falta venir con niñerías como estas, creo yo.

El español asintió, dando por aceptada lo que dijo el chico. Y acompañó a los dos, un paso detrás de ellos, intentando pasar un poco desapercibido. Según pasaba el tiempo, Rodrigo fue contemplando con diversión (y también con un poco de verguenza ajena, todo hay que decirlo) como llegaban unas cuantas mujeres mas. En su mente, las catalogó a todas como asaltacunas (el chico no podía tener mas de 14-15 años).

Cuando llegaron al lugar en que se suponía que tenían que ir vio como salía a recibir al joven una chica bastante guapa, que puso en orden inmediatamente al resto.

Cuando vió como invitaban a Allen a entrar (ignorándole olimpicamente a el, aunque viendo la compañía que había casi que lo prefería) se quedó plantado un segundo, sin saber que hacer. Una vez más, pasó por su mente un pensamiento "¿Pero en que lio me he metido?".