Mision en Paris...

La ciudad era bella, grande, la primavera solo le daba un toque mas hermoso al lugar, cosa que le agradaba a Alice. La exorcista miraba todo el lugar, cada esquina con los ojos brillosos como si de una niña se tratase.

Vio entonces a una pareja muy cerca que traía cada uno una cajad e chocolates.- "por que me mandaron a una mision asi" - penso la exorcista mientras una gran nube negra se posaba sobre su cabeza.

- Creo que por in llegamos... y ahora que quieres hacer Alice ^^?.

Volteo entonces a mirar a Leandro, al ver que le preguntaba algo.- etto... pues... - comenzo a pensar la chica, claro que lo único que podía pensar en ese momento era ir por chocolates, especialmente sabiendo que había no solo una, si no varias tiendas abiertas que se especializaban en verder eso.

- Podríamos ir a patrullar la ciudad, haber si encontramos algo extraño.- decía Alice.- Luego tal vez buscar al tipo que hizo esos... chocolates.- agrego luego. Por ahora no había nada extraño que pudiera llamar la atención de los exorcistas. Las tiendas de diversos tipos estaban abiertas normalmente a esas horas de la mañana, la gente se paseaba, en familia o acompañada, por los lugares para ir a comprar. El clima no estaba mal tampoco, después de todo era primavera.

En ese momento sienten como un temblor, mas bien un estampido de gente, acompañada de gritos de sorpresa y al parecer los exorcistas estaban en el camino. El grupo de jovenes, si aquellos que venían no debían de bordear los 15 u 16 años, corrían como desesperados hacia algun lugar, y poseían varias bolsas cafe en su mano, al parecer llenas de lo ue parecian ser cajas. El tumulto de personas hizo que Alice y Leandro se separaran unos metros, ya que estos pasaron de los exorcistas, al pareer tenían otro objetivo. Alice callo al suelo por la fuerza de aquello, quejándose por el golpe y justo al lado suyo callo una pequeña caja del tamaño de su mano, al observarla era una ¡caja de chocolates!. Antes de hacer algo indebido miro a ambos lados y se fijo que su compañero no estuviera observandola y menos podría verla por la cantidad de gente que pasaba entre ambos, asi que guardo aquella caja de chocolates entre sus ropas rapidamente.

Justo en esos segundos, despues de haber guardado los chocolate, el tumulto comenzo a mainar y a alejarse. Alice tenía una cara de consternación total y todavía seguía sentada en el suelo viendo la humadera de polvo que dejaban tras de sí todo ese grupo de gente.

- Bueno eso si fue extraño.- Murmuro ella, esperando que Leandro estuviera bien. Pero ahora ya tenian una pista.

Despues de escuchar las palabras algo vacilantes de Alice, Leandro respondio a su compañera, diciendole.

- Claro, no hay problema con hacer eso.

En ese momento Leandro sintio ese gran tumulto de gente, la cual se acercaba peligrosamente en su direccion, y para no tener que verse afectado por aquella turba, Leandro se separo del lugar, aunque dejando a Alice en ese lugar, ya que no tenia tiempo para hacer otra cosa mas que salir, luego de ver a aquellos chicos. Luego de que esto pasase, Leandro como gesto de cortesia, extendio su mano para ayudar a pararse a Alice la cual habia sido lanzada al suelo. Despues de ayudar a levantarse a Alice, le pregunto.

- ¿Que tal si seguimos a esos chicos y chicas, quizas a donde vayan, este este supuesto local en donde se venden esos chocolates?.

Alice se incorporo del suelo gracias a la ayuda de su compañero, luego de agradecer, Leandro sugirió seguir a aquel grupo que había corrido como estampida hacia un lugar no determinado. Alice accedió ante lo que había dicho su compañero, asi que segundos después de ponerse de acuerdo estaban ya moviéndose. No tuvieron problemas en seguirlos, a pesar de que esas personas se movían mas rapido que ambos, pero el desastre que dejaban a su paso era una pista bien visible.

Mientras iban avanzando por la calle, algunos tiendas de chocolates, parecían vacías y sin ningun cliente a la vista. A pesar que afuera de estos se podía leer grandes descuentos, literalmente ya estaban desesperados por vender algo y ganar dinero. Ambos exorcistas llegaron hasta un punto donde la calle se ensanchaba casi como un circulo, y cerca de ellos vieron un tumulto de gente en una tienda, obvioamente una tienda de chocolates. Había otra tienda mas allí, solo que la única diferencia es que estaba vacía.

- No puede ser que esten tan desesperados.- Comento Alice con una gran gota sobre su cabeza.- Bueno vamos a preguntar.- Se dirigió hacia alla esperando que su compañero le siguiera. solo debían interrogar y tratar de pasar hacia el local que se encontraba abarrotado.

- Etto... disculpe...- llamo Alice a una persona, pero no parecían hacerle caso.- Disculpe...- a pesar de sus llamados nadia le prestaba la menor atención.- Esto no lleva a ningun lado... <_<

En ese instante, cerca de donde estaban ellos había dos tipos peleándo al parecer ambos le querian dar chocolates a una señorita que al ver lo que ocurría trataba de detenerlos, peroalgunos se retiraban al ver que era peligroso. Los habitantes de esa ciudad ya sabían lo que sucedía con la gente, cuando los Chocolates de Armand Montaquie estaban de por medio.

Leandro, siguio a la multitud junto con Alice, viendo como las tiendas de los alrededores estaban completamente vacias, y a la vez, el completo desastre que dejaba esa turba a su paso. Hasta llegar a donde estaba el tumulto, el cual se reunio en ese lugar, en donde tambien se fijo en la pelea que unos tipos tenian, tambien noto el como ignoraron completamente a Alice, asi que para no perder el tiempo, Leandro se mete en la pelea, pateando a uno de los tipos, y lanzandolo lejos de alli, cayo en unas cajas de madera las cuales se destruyeron por el impacto, para luego tomar al otro tipo de la camisa y elevarlo por encima del suelo, acto seguido, tomo una de sus cuchillas, y se la puso en el cuello al tipo, diciendole luego de esto.

- Sabes, necesito informacion de lo que aqui pasa, y no tengo la paciencia suficiente para esperar a que alguno de los que esta aqui me atienda, asi que preferi hacerlo de esta forma... bueno esta mas decirte que soy miembro de la orden oscura, o sea soy un exorcista, y necesito saber algo...

El tipo totalmente asustado, mirando al chico peliblanco, el cual no tenia cara de muchos amigos, lo amenazaba de esa forma, le dice.

- eeemmmm... siiiii... claaarooo... señor...

- Entonces dime, si sabes ¿donde esta Armand Montaquie?

- AAaarghhh... suelteme por favor!!, no puedo respirar bien.

Leandro lo deja en el piso pero aun con su arma amenazandolo.

- Buenoooo... no se a visttooo ultimamente, pero la tienda de el esta alli al frente...
eso es todo lo que se... ¿me podria dejar ahora por favor?.

Dicho esto, Leandro lo suelta, y se va donde esta su compañera, a la cual le dice.

- Si escuchastes, eso ... creo que sera dificil encontrarlo, pero por lo menos sabemos donde esta el negocio de el.

Leandro, completamente sereno, guarda su arma, y se arregla el traje, diciendole lo anterior a Alice.

La gente miraba sorprendida por la forma tan "sutil" que tenía el chico al tratar a los tipos que antes intentaban darse a golpes. Este le dio una patada a uno, que dio a parar en unas cajas y por la fuerza del impacto las destrozo. El segundo personaje fue detenido por Leandro para poder ser interrogado, no obteniendo mayor información de parte de él. Mientras tanto la gente se iba dispersando del lugar, hasta la tienda de chocolates iba quedando vacía ya que la gente tenía miedo.

Apenas el hombre, que era sostenido por Leandro fue soltado, este corrió por su vida antes de que le hiciera algo mas.
- ¡aah! ¡Leandro no era necesario tanta rudeza!- le grito Alice con una gota sobre su cabeza, en verdad que habían llamado la atencion de todos, de por si ya llamaban la atención con sus uniformes ahora era peor.en ese insatnte ya no había nadie en la calle aparte de ellos dos y un anciano que estaba en la salida de otra tienda.

- Montaquie es un hombre muy extraño jovenes.- hablo el anciano, interrumpiendo el futuro regaño que le iba a dar Alice a Leandro.- No quise escuchar su conversación pero hablan muy alto.- Una gotita resbalo por la cabeza de Alice al escuchar eso.

- ¿Sabe algo sobre ese hombre?- pregunto Alice a lo que el anciano asintio, diciendole que sabía cual era su casa, en la que vivía antes de hacerse de dinero y que esa no era la única tienda de Montaquie.

Leandro al ver lo molesta que estaba Alice, solo prefirio no escuchar, mas bien aparento haberlo hecho, pero antes de que comenzara a decir algo mas Alice, los interrumpio ese caballero, el cual nos hablo de Montaquie, alli Leandro puso su atencion, y entonces decidio hacerle una pregunta él.

- Señor, y usted sabe ¿donde hace estos chocolates el señor Montaquie?

Dijo esto esperando que su compañera y el señor terminasen de hablar.

Leandro mientras hacia esa escena con los tipos peleando, y el metiendose en medio mas que nada para observar a los alrededores, ya que le parecia extraño que no huviesen aparentes akumas, mas que nada lo hizo para llamar la atencion de los posibles akumas que estuviesen en ese lugar, cosa que luego le diria a Alice, ya que noto en el momento de la pelea, que un par de sujetos se fueron justo despues de que el apareciera en ese momento, pero antes mirandolo de pies a cabeza, como si supiese de entrada que eran exorcistas.

- Pues lamentablemente no lo se, solo se donde esta la direccion de lo que antes era su hogar.- le respondio el anciano.

Mientras decia eso les fue contando. Al parecer Montaquie en verdad estaba en la bancarrota y por un milagro al dia siguiente sus chocolates eran los mas famosos de la zona, dejando a otros sin clientes. El anciano creia que tal vez debio haber encontrado alguna formula en su casa, que era donde mayormente pasaba durante esos dias que estuvo sin dinero. Luego de hacerse tan famoso abandono esa casa donde vivia y no se le habia vuelto a ver desde ya hace semanas.

- Ya veo.- comento Alice, pensando en las posibilidades de encontrar alguna pista en esa casa mencionada por el anciano- ¿Que te parece ir a ese lugar Leandro? No perdemos nada, despues de todo es la unica pista que tenemos.- decia algo desanimada.

- Si tanto lo necesitan pueden buscar esa casa en las afueras de la ciudad, ademas que una de sus otras tiendas se encuentra en el corazon de esta ciudad.- les dijo el anciano y les dio ambas direccion exactas.

- Bueno yo digo que vayamos a esa casa primero.- se decidio Alice, esperando la respuesta de su compañero.

Leandro escuchando todo le que decia el anciano, y tambien escuchando la respuesta de Alice sobre el problema de encontrar a ese sujeto, respondio a ella diciendole.

- Pero porsupuesto, ya que necesitamos respuestas, y lo mejor que podemos hacer es ir a donde se crean esos chocolates.

- Entonces vayamos hacia la casa de Montaquiey despues, dependiendo de como nos vaya, nos vamos a ver las demas tiendas... bueno, decidido... gracias señor, nos vemos.

Diciendo esto, Leandro y Alice van juntos hacia la casa, la cual quedaba en las afueras de la ciudad, para ser exacto, al sur de esta. Llegando al lugar, ambos exorcistas, notaron que el lugar estaba bastante descuidado, y era poco probable encontrar a alguien alli, ya que la casona, llena de musgo y hiedras trepadoras, cubrian la mayor parte de esta, la raja estaba algo caida y carcomida por el oxido, una de las paredes estaba caida, y la casa con algunas ventanas rotas, pero en si la casona se notaba que era en sus tiempos muy acogedora y espaciosa. Ademas cerca de ese lugar, estaba la entrada a un bosque, el cual era bastante espeso, y algo lugubre. Viendo todo esto, ambos exorcistas, quedaron mirandose, para que luego Leandro quiebrase el silencio diciendo.

- Bueno, entonces... ¿entramos?.

- Valla lugar...- murmuro Alice, luego asintió a lo que decía su compañero. Ambos entraron en lo que quedaba de ese hogar. Adentro todo era cubrido por una capa de polvo, habia hasta telarañas en algunos lugares. Era un lugar simple, en la primera sala había una mesa con unas sillas, había varios armarios y utensilios de cocina.

En ese mismo lugar se podían obervar una par de puertas mas, Alice camino hacia ella, el piso de madera crujía con sus pasos. Abrio una puerta y observo que esta llevaba a un pasillo, con otras puertas mas.

- No te parece extraño Leandro.- dijo Alice.- Es como si se lo hubiera tragado la tierra.- le comento ella.- A menos que...- murmuro ella pensando tal vez en la remota posibilidad de que el hombre de los chocolates estuviera muerto, pero eso no explicaría el echo de que sus chocolates siguieran vendiéndose.

Alice camino por el pasillo, estaba algo oscura esa parte, asi que activo su inocencia para que el sonido le guiara. Bruscamente se detiene mirándo hacia atrás.- Hay alguien afuera.- comento Alice a su compañero.

Afuera del lugar un akuma de bajo nivel apuntaba uno de sus cañones a la vieja casa en donde estaban Alice y Leandro, estaba a apunto de disparar.

Leandro, entro junto con alice, contemplando el desolado y descuidado lugar, llegando a ver los diferentes cuartos y estancias del lugar, pero sin exito alguno en encontrar a el tipo este de los chocolates, luego y escuchando lo que decia Alice, Leandro le dice, mientras tomaba su cuchillas gemelas.

- Inocencia, activate! ... Alice, tenia lla sospecha de que cuando atraje la atencion, alla en la ciudad, con lo de la pelea, unos tipos cuando nos vieron, se fueron inmediatamente despues de observarnos, los cuales me dio la impresion que eran akumas, no seria malo pensar de que esto es una trmpa, y de que incluso, el viejo de la tienda, que nos dio la informacion, tambien lo era.

Luego de esto, se quedo espectante a lo que podria pasar, y totalmente alerta a cualquier cosa que pasara.

- ¿una trampa?- murmuro Alice parpadeando, pero ahora lo mas importante era que había una persona afuera. Segundos después se pueden sentir varios disparos hacia la casa en donde estaban, la casa comenzo a crujir y a temblar pro lo golpes. Aquellos disparos venian desde el frente, donde estaba aquella persona.

- Hay que salir de aquí o la casa se va venir encima de nosotros.- le dijo Alice preocupada, mientras el techo parecía ceder bajo los fuertes impactos de aquellos disparos. Una de la vantanas se rompió por otro impacto venido desde afuera, al parecer ahora disparaban desde los lados, eso quería decir que había llegado mas.

- Salgamos pero ya...- Alice pudo visualizar una salida por el pasillo donde estaban. Mas bien un gran ventana, podrían salir por allí, agradeció internamente que no estaban en un piso mas alto.

Leandro había hecho uso de sus habilidades para destruir a los akumas, pero al parecer llegaban cada vez mas. El exorcista fue a la entrada a por el akuma que disparaba por la parte de adelante de la casa. Alice se quedo atrás, ya que segundos después, del gran bosque que estaba detrás de aquella casa; aparecieron dos personas. Alice le reconoció por haberlos visto en las calles de París, estos rapidamente adoptaron la forma de akumas de nivel uno.

- Estaban escondidos.- murmuro Alice sorprendida, cerro los ojos y inspiro profudamente, antes de dar rienda a una nota alta. Que acabo con uno de los akumas, el otro al ver lo peligroso que era se alejo para poder disparar de lejos, y no escuchar la voz de la exorcista.

Alice solo pudo soltar un "oh oh" antes de saltar al suelo y rodar, cuando sintió que otro disparo mas había dado la casa. Casi ese disparo le hubiese llegado a ella de no ser por sus reflejos. El akuma siguió disparando en contra de la chica, sin darle oportunidad para que ella hiciera lo mismo. Alice se levanto y corrió huyendo de los disparos del akuma.

Tuvo una idea corrió hacia el bosque, el akuma le siguió y disparo, justo en ese instante Alice dio un salto, pescandose de una rama que había cerca, para poder darse una vuelta en ella. El akuma paso debajo de aquella Rama y cuando Alice callo al suelo, otra vez su voz hizo efecto haciendo que el akuma explotase, dándole un descanso a aquella alma encerrada. La exorcista empredio camino para volver a donde su compañero, mas no se imaginaba que alguien o algo le vigilaba de cerca y le estaba siguiendo.

Ailce había corrido hacia donde estaba su compañero y vio como este se encargaba de esos akumas. Al parecer su compañero no tenía problemas con los akumas. A lo lejos pudo dislumbrar mas formas de bolas metalicas acercándose a su posición.

- Acaso nunca se acaban.- comento Alice algo enfada.- Leandro subire a un árbol y los entretendre, tu los atacas desde aquí.- le dijo ella y antes que le contestara de vuelta ya había corrido hacie el árbol mas cercano, el cual era alto.

Subió con agilidad hacia al final de este sin detenerse, mientras los akumas de nivel uno preparaban sus cañones para disparar a los exorcistas. Cuando Alice estuvo en la copa del árbol, respiro profundo y mas que un canto, lo que salio de su voz parecía un grito. Las ondas salieron rapidamente para impactar contra los akumas. Los mas cercanos se destruyeron facilmente, los mas lejanos solo quedaron aturdidos por el poder ocasionado por su inocencia.

- No... fue... buena idea.- La exorcista se agarro del árbol para evitar caer, usar de esa manera su inocencia le habia dejado algo mareada. Solo esperaba que Leandro aprovechara la oportunidad y destruyera a los akumas que todavía quedaban.

Leandro asintio con la cabeza,respondiendole asi lo que ella le habia dicho, y se dispuso a esperar el ataque de su compañera, para asi atacar con sus cuchillos, a dos akumas de nivel 1, lanzandoles dichas armas y seguir corriendo peligrosamente hacia ellos, aprovechando el que estaban confundidos, y con esto mientras a mitad de camino cogia sus armas que habian vuelto despues de destruir a ambas esferas metalicas, Leandro usando otra vez el mismo ataque, pero a una distancia mas cercana, para destruir a dos akumas mas, y acercarse mas y mas, hasta llegar al punto de estar frente a frente, donde estaban 3 akumas posicionados uno al frente y dos a los costados de este, pero estos ultimos mas atras, los cuales ya estaban bien despues del ataque de Alice, y empezaron a disparar, aunque Leandro utilizo el primer akuma como escudo, para que los otros no lo atacasen tambien, luego de un salto se puso justo en la cara del akuma, y enterro su cuchilla blanca en este monstruo, haciendolo explotar, y escapando hacia un costado. Por ultimo, del humo, salieron dos objetos que se incrustaron en los akumas destruyendolos subitamente y no dejando rastros de ellos.

Luego de esta escena, leandro cogio ambas cuchillas, y se dispuso a ir donde su compañera la cual no se veia tan bien.

Spoiler:

Alice seguían en la copa del árbol, algo cansada, la razon tenia hambre y había forzado mucho su inocencia con ese ataque. Lo bueno es que al parecer su compañero había acabado con los akumas que quedaban y eso la relajo un poco.

- uff... menos mal, que ya se acabo.- murmuro Alice, se incorporo y bajo casi atientas el árbol. Casi al llegar al final, no pudo mas y se agarro de nuevo del árbol. A lo lejos vio a Leandro quien se acercaba a buscarla.- Leandro... me faltan energias...- le dijo Alice todavía asujetándose del arbol y con una cara muy palida.

[off: wiii Alice tiene hambre asi que la tienes que llevar a comer ù_ú XDDD]

Leandro mira como se baja del arbol, y ya cuando casi esta por bajarse de este, le ayuda tomandole las manos, luego, escucha lo que ella le dice, y mientras notaba lo palida que estaba, le dice.

- Bueno y ¿que suguiere que hagamos para reponer tus energias?, ¿ir a descansar?, ¿ir a comer algo? o ¿que?, en cualquier caso te acompañare ^^.

Dice esto mientas se arreglaba el traje, y se sacudia un poco del polvo que se le habia caido encima cuando la casa estaba siendo atacada.

-eh? eso! vayamos a comer algo!- exclamo derepente , como si la palabra "comida" le hubiese dado mas energia. Agradeció a Leandro por ayudarla a bajar. Luego de ver que no hubiera akumas por allí, y menos mal que no los había ya que Alice aun se encontraba cansada. Fueron caminando al interior de la ciudad de Paris.

Ya allí había muchos restoranes, todos llenos de gente y parejas, los lugares se veían bien elegantes, ademas que la comida lucia deliciosa y olía muy bien. Alice reparo entonces en un lugar en especifico, era elegante y afuera de este se veían mesitas que estaban ocupadas, solo algunas. Pero lo que mas servían en ese lugar al parecer eran postres y bebidas o jugos.

-Allí comamos algo allí!- luego miro a su compañero para saber si estaba de acuerdo.- Bueno si quieres...- comento esta, ya que no sabía si a su compañero le gustaban los dulces.

Mirando lo alegre que su compañera se puso solo al oir la palabra comida, supo deinmediato, lo que necesitaba, asi que sin mas cosas que hacer, y encaminandose hacia el lugar que ella habia elegido, Leandro respondio a la ultima pregunta que Alice le hizo.

- No te preocupes, soloque no me gusta comer tanto dulce, asi que solo comere algo normal y poco, por que no tengo tanta hambre... bueno creo que esto del hambre es por tu inocencia ^^u, asi que no es remediable.

Ambos chicos se sentaron en una de las mesas que estaba afuera del local, la cual tenia una sombrilla, y hacia agradable el estar sentados alli, en lo cual se sentaron, Leandro como buen tipo, ayudo a sentarse a Alice, y luego de esto un mesero les paso dos papeles, con el menu del lugar, en donde Leandro pidio un trozo de torta, con una galletas, y un jugo de frutas. Mientras se ponia a observar a la gente del lugar, la cual se veia normal, aunque con el clima se veia mas hermoso el lugar.

Una vez sentados comodamente, se le entrego el menu a Alice y a su compañero. Leandro pidio su parte asi que ahora Alice pediría tambien.

- hum....- miro el menú pensando que sería lo mejor, ya que no quería probar algo que fuera malo. HAstaque por fin se decidió. Un par de tortas de distintios sabores, ademas de tartas, mousse de chocolate, ademas de un jugo de frutilla, fue lo que pidio Alice. Dejando al mesero algo anonadado por la cantidad de comida que pedía aquella chica. Despues de todo por su contextura no parecía ser una chica que comiera mucho.

Luego de escribir todo el chico se fue con varias gotitas sobre su cabeza. alice seguia sonriente esperando que le trajeran lo que había pedido. Un par de minutos mas tarde llegaba el mesero con la orden. Le trajo su utrozo de torta con galletas, y jugo de frutas a Lenadro, dejandolo en la mesa. Luego dejo parte del menu, que había pedido Alice, en la parte de su mesa. Diciendo que ya venía la otra parte que había pedido para luego marcharse.

- Bueno ¡a comer!- exclamo feliz ella, tomando un pedazo de uno de los tantos pasteles para llevarselos a la boca.

Mirando con asombro tambien, la cantidad de comida que habia pedido su compañera, y la cual se veia con bastante apetito, devorando rapidamente todo lo que habia pedido, mientras Leandro comia despacio, y sin apuro alguno. Pero para romper el silencio, Leandro prefirio decirle.

- Bueno Alice, y ¿cual es el motivo por el cual te metistes a la orden?, ... perdon si soy algo directo para preguntar pero no me gusta mucho el ambiente tan calmo que hay.

Dice esto mientras tomaba un sorbo de su jugo de frutas.

La exorcista siguió comiendo lo que había pedido, tenía tanta hambre que nose percato que tal vez su compañero se estaba aburriendo. Al escuchar su pregunta lo noto. Alice se le quedo mirando cuando formulo la susodicha pregunta, no era la primera vez que se la hacian. Comió de nuevo otro pedazo de su segundo pastel y miro a Leandro.- No te disculpes por ser tan directo.- fue lo que le dijo antes de responderle con una sonrisa en su rostro.- Veamos...- penso ella dejando su plato a un lado.

- Bueno en realidad... solo quiero ayudar a la gente nada mas.- exclamo simplemente mirando su plato como si tuviera algo interesante.- Si, seguramente mis razones son algo simples, pero esas son... no me gusta ver a la gente sufrir.- dijo ella, esta vez mirando a Leandro, luego volvió a comer otro pedazo de pastel.- Aunque todavia hay algo que no me gusta...- murmuro lo último rapidamente.

- ¡y tu Leandro!.- le dijo de repente al exorcista.- ¿por que te uniste a la orden? Tambien tuviste las mismas razones o acaso hay algo mas.- dijo con toda sinceridad Alice y sin ninguna pena al hacer aquella pregunta, mientras comía otro pedazo, ahora de tarta, y lo saboreaba. Ya llevaba comido casi todo lo que había pedido, le faltaba aun el jugo.

Con un goteron en la cabeza Leandro le respondio, luego de ver que la chica ya habia acabado con casi todo lo que habia pedido.

- Tal vez si, ... tal vez no, quizas sea por capricho propio, o por sentirme parte de algo, o tal vez sea por que quiero ser de utilidad en esta guerra, y aunque suene totalmente inseguro, creo que es por que recien estoy en esta orden, y todo sucedio tan derrepente, la muerte de mi padrastro, el quedarme literalmente solo, y el de descubrir que aun amuleto que tenia desde antes que tuviese uso de razon, se convirtiese en la inocencia que hoy uso, como que no me dejo tiempo para pensarlo bien,... pero en verdad creo que tambien hay otra razon del por que me uni a la orden, ya que tambien quiero encontrar a mi verdadera familia, o sea a mis padres biologicos.

Leandro al hablar esto, muestra una expresion llena de nostalgia, y algo fria que se notaba al mirar sus ojos.