Cross Roads... Caos

La morena no pudo evitar musitar para sí un par de maldiciones. No es que el sonido llegara a abandonar sus labios, pero estos se movieron de formas que, de haber emitido sonidos, habrían dejado muertos de verguenza incluso a los marineros borrachos de un puerto de piratas.

¿Porqué, de entre todos los lugares de las Vegas, que no era precisamente pequeña, los exorcistas y los Noe tenían que estar luchando en la misma calle en la que estaba su casa? Con eso, no había forma de pasar desapercibida hasta allí, por muy especialista que fuera en colarse en sitios sin que los demás se enteraran, cosa que estaba haciendo en esos momentos.

Estaba casi segura de que ninguno de los exorcistas o Noe se darían cuenta de donde estaba, o siquiera de que estaba allí. Había unos cuantos de la orden oscura, pero al único al que había conocido de antes era a Cross, que no era precisamente plato de su devoción (mas bien todo lo contrario). Los otros... eran los dos criajos esos que se cruzaron antes con ella. Parecían estar liados en un duelo a muerte de pistoleros con Marian... aunque este había contraatacado con una de sus armas mas crueles... las deudas (para los que se pregunten como sabe eso, los dos gemelos no andan precisamente bajos de decibelios cuando gritan).

La verdad es que Marian era mucho peor que ella cuando estaba fabulando ataques (su inocencia le permitía una gran variedad de formas de tocar las narices cuando luchaba). Asi que no pudo evitar una sonrisita ante las reacciones de los dos...¿Mellizos? ¿Gemelos? Dejémoslo en maleducados sin gusto de la estética.

Cuando se sacudieron los restos del golpe bajo del otro general y atacaron, Aleena decidió que era su momento para hacer algo. Marian no necesitaba precisamente ayuda, pero tampoco importaría un toquecito. Haría que la cosa fuera mucho mas rápida.

Los dos Noe estaban dentro de su rango de ataque, asi que eso hizo, atacar. Aunque, al haber visto su ojo eran vulnerables a cualquier cosa que les quisiera echar, decidió tirar con una ilusión sencilla, pero muy efectiva. Proyectó contra los dos desprevenidos siervos del conde el dolor que sufriría un hombre tras sufrir una coz en sus testículos.

¿Truco sucio? Si. Pero tras saber lo que hacían con los akumas y con las pobres almas, no tenía ganas de ser una hermanita de la caridad. Ese papel le pegaba mas a Tiedoll o a Klaud, sus viejos amigos, no a ella. Asi que miró atentamente para ver cual era la reacción ante su pequeña intervención.

Al ver la extravagante salida de la generala no pudo mas que reir interiormente. Si, todos en la orden parecian salidos del manicomio, ella misma tambien lo parecia.

- Me parece bien, vamos tras mi shishio... supongo que Walker esta aqui por él -
comenzo a caminar en la direccion en que se supone estaba Cross

Estaba algo ansiosa pues tenia 4 años sin ver a si maestro, no eran de lamentarse pero se habia acostumbrado a la vida con el... ademas de un par de deudas que tenia con el.

Aquel ataque pareció importarle muy poco al pelirrojo cuya pistola apuntó hacia el tejado del cual había caído previamente. Con indiferencia observó como la bala daba en un pilar del mismo logrando tumbar un pequeño balcón que se encontraba justo debajo del lar donde el petulante general había hecho su llamativa entrada. Fue así como entre las rocas y ladrillos (no sin exentar un costoso jarrón que contenía flores que pasó a ser historia) se alcanzó a divisar un gigantesco ataúd que pareciera ser un mismísimo sarcófago azabache. Aquella era la segunda arma anti akuma de Cross que caía resonando de manera grave. El suelo mismo fue cuarteado ante el peso de aquel imponente ataúd cuyas numerosas cadenas fueron empuñadas por Cross para ser jaladas con fuerza. Aquella alargada cadena pasó a girar violéntamente formando una especie de escudo alrededor de su dueño al ser liberado su interior.

- Abata... Ura ... Masarakato... On Gataru... "Grave of María"-

Exclama a la vez que de su interior un gran resplandor emerge adoptando la forma de una grácil mujer de finas curvas y facciones. Su delicada boca es abierta para emitir un hermoso y poderoso cántico que forma una barrera alrededor del general y los enviados por la órden. Aquella barrera es la que recibe todas las balas del dúo de Noahs limitándose a fortalecerse ante los embistes recibidos. Solo fue hasta que aquella barrera recibió la bala dirigida a su punto ciego que notó la existencia de la misma, cosa a la que no le dió ninguna importancia. Sin más pasó a redirigir su mirada a sus antagonistas sosteniendo Judgement con firmeza.

- O sino...-

Sus ojos fueron abiertos adquiriendo un aire de salvajismo en sus pupilas. El gatillo de su revolver fue apretado con violencia liberando una gran cantidad de balas hacia ambos Noé del vínculo. Todas y cada una de ellas iban dirigidas hacia distintas partes de su cuerpo y llevaban una gran velocidad fuerza. El rostro de Cross adquirió un aire demóniaco mientras espetaba con malicia:

- Los convertiré en coladeras!!!!-

Aleena no se molestó siquiera en mirar porque los gritos le dejaron saber que su ataque había sido un éxito. Una sonrisa le cruzó la cara, pero no hizo nada que dejara ver que estaba allí. Su sigilo y capacidad de esconderse había sido afinada durante muchos años, y estaba segura de que podía compararse con esos ninjas japoneses tan famosos de los que le habían hablado.

De todas formas, ahora tocaba esperar. Cross atacaría de nuevo (el hecho de que hubiera sacado su otra inocencia indicaba que iba a matar)Y en ese instante, ella golpearía. Hasta que se convirtió en una procer, era eso lo que hacía. Distraer con sus ilusiones mientras los demás exorcistas terminaban el trabajo. Ahora era bastante mas peligrosa (si es que eso se podía decir de una persona que había sido entrenada como guerrera y asesina desde muy joven) pero prefería no hacer movimientos innecesarios. Cross podía con ellos. Y ella solo se aseguraría que eso dos tropezaran en el momento adecuado para que su derrota fuera mas rápida. Nada mas. Y, aunque sonara mal, iba a disfrutarlo.

Aquella criatura deforme se encargó de deshacerse de las balas de Cross cosa que no tomó por sorpresa al general quien observó como comenzaban a chillar del dolor. Esa imagen le trajo viejos recuerdos de su antigua compañera más no le dió demasiada importancia al hecho: su prioridad seguía siendo ese par. Mientras todos observaban atónitos como un agente extraño al combate le brindaba apoyo extra al pelirrojo. El pistolero en cambio se limitó a prepararse y a musitar suavemente.

-Judgement cargada...-

Fue entonces que la imagen de Cross opacó totalmente a su alrededor. De su revolver una gigantesca cabeza emergió teniendo la misma un par de prolongados cuernos y un pecho parcial que le conferían la forma de un arco endemoniado. Aquel demonio abrió sus fauces para comenzar a generar una delgada pero terriblemente poderosa línea energética que pasaba por entre las fauces del ser infernal hasta llegar a la diestra de Cross cuya mano era rodeada por un círculo de inocencia. Al frente, dos circunferencias fueron formadas alrededor de la divina munición del pelirrojo siendo la primera la de mayor diámetro y poseyendo aquel emblema de las balas del general: un torso con una cruz, frente al mismo un segundo círculo se mostró imponente.

-"Flecha del pecado original"!!-

Su diestra soltó aquel misil de inocencia concentrada cuyo objetivo era quizá no acabar con ambos noah, pero ciertamente estaban en aprietos si pensaban enfrentar aquel despliego de poder.

Aleena abrió los ojos al contemplar lo que iba a soltar Cross. Sabía de sobra que ante "eso" no había tontería que valiera. O se esquivaba o se moría. Tendría que asegurarse de que no se pudiera esquivar, entonces.

-"Vera realtà: Spada di Dio"-Susurró, lanzando un ataque propio.

Cuando los dos gemelos estaban concentrándose en el ataque de Cross, hizo aparecer a su espalda dos espadas de pequeño tamaño. Las hojas era negra, mientras que la empuñadura de ambas armas era de oro, decoradas con piedras preciosas. Un instante después de que se materializaran totalmente, las dos armas salieron lanzadas a gran velocidad apuntando a la parte posterior de una de las rodillas de los gemelos. Si acertaba, primero iba a doler, y después, ninguno de los dos iba a ser capaz de moverse. Y si fallaba... Considerando la que les venía encima, si perdían la concentración un segundo, se podían despedir de sus constantes vitales.

A no ser que esos tipos tuvieran hipervelocidad (que no parecía que fuera el caso), lo llevaban crudo para salir de esa. Miró atentamente la escena. Los próximos segundos prometían ser muy interesantes.

...Tal como se lo habría encargado en Conde, Amaranth, fue directamente a cumplir sus deberes... Ir por los gemelos.

Para cuando salió del salón, invitó con ella a un akuma de nivel 2, el cual le ayudaría en caso de peligro mas, los planes de la hechicera no contemplaban quedarse a pelear, era más importante ir a Paris lo antes posible, ya tendrian otra oportunidad de jugar con Cross.

Pero, no todo pintaba bien, para cuando las puertas del arca se cerraron, llevando a la morena hasta Norte América, Jasdero y Devitt estaban apunto de ser golpeados por el fatal ataque de Cross y de otro personaje a quien no reconoció. Con una rápida orden bien dada, hizo al akuma que le acompañaba que con ayuda de sus armas, unas cadenas plateadas, sin salir del arca, guíase sus cadenas y tómase al Noé del Vínculo para jalarlos hacia el interior de aquellas puertas adornadas con rombos negros y colores rojizos, gracias a lo cual y por pocos centímetros solo dejaron una enorme polvadera producto de la explosión de ambos ataques combinados al fallar su blanco.

Las puertas del Arca se cerraron una vez más, mostrando frente a los chiquillos a Amaranth y aquel montruo de armadura celeste, quién aún le sujetaba con sus cadenas.

-Jasdevi-san... hay un ligero cambio de planes...

__



off: No postearé con Link por ahora, ya que no hay mucho que decir...

La generala maldijo en voz baja al ver como se habían escapado los dos Noe por un pelo. Medio segundo después y ya no hubiese habido nada que rescatar. Frustrada, arreó un golpe a la pared del sitio en el que estaba escondida, dándose cuenta un segundo tarde de que con el ruido que había provocado al romper varios ladrillos acababa de descubrir su posición.

-Oh, maldición. Acabo de meter la pata pero bién.

- Sin perder más tiempo, me explico... -Pronunció preparándose para dar las informaciones necesarias a los gemelos. -Debemos partir a Paris inmediatamente, ya que prontamente comenzaremos una cacería de exorcistas y por sobre todo la búsqueda del corazón.

Se quedó en silencio por breves instantes, tiempo en que las puertas del arca se abrieron, revelando ante los ojos de los gemelos, el akuma y la hechicera el paisaje de alguna calle poco concurrida de la ciudad de Paris. Miró con duros ojos al akuma, quien soltó a los muchachitos y en un momento resguardó su identidad demoníaca con la piel de un humano.

-Debemos comenzar por buscar a los exorcistas que se están reuniendo aquí, es de suma importancia ubicar a Allen Walker... de seguro más adelante nos encontraremos con Cross...

Dejó la última frase, esperando por lograr tentar a Jasdevi. Saliendo del arca convidó a ser seguida, mientras a sus espaldas las puertas de su transporte se cerraban, dejándoles a solas en aquella glamorosa ciudad.

[Cambio de escena]

[Off: Supongo que aquí nos vamos al tema de Paris con Jasdevi y los demás terminan por solucionar el asunto en Las Vegas...]

[Off: Exactamente]

Jasdevi pareció contentarse, o al menos aliviarse tras las últimas palabras de Amaranth. Antes habían pensado, ¿para qué ir tras el alumno, si el maestro y causante de todas sus desgracias lo habían tenido al frente? Pero la idea de tener a ambos listos y dispuestos para matarlos, parecía ser más tentadora.

Por lo que no reprocharon nada y se guardaron sus comentarios ingeniosos para después. Lo que si hicieron fue fulminar con la mirada al Akuma que hizo una inclinación sumisa como modo de disculpa por haberlos atado tan rudimentariamente; tener problemas con los Noé era lo que ellos menos querían. Era como cargarse al Conde en un grado no tan menor.

-Así que París ¿Eh? Pueda que esta siguiente visita resulte más interesante que la anterior –comentó por fin Devitt, cuando se disponían a salir del portal siguiendo los pasos de Amaranth.

-Devi, Devi –llamó su hermano con un tono de voz inocente, mientras se miraba algunas hebras de su cabellera- ¿allí podremos conseguir más del hermoso cabello de Dero? –preguntó con ojos de cordero.

Devitt lo miró un instante pensativo, y luego sonrió con confianza y afecto a su gemelo.

-Por supuesto que sí, Jasdero. –afirmó, logrando arrancarle una sonrisa iluminada a su hermano, lo cual le llenó de aquel típico regocijo fraternal.

Y se fueron.

[Cambio de escena]