Cross Roads... Caos

A su alrededor ya no quedaban más que faroles apagados, edificaciones y casas solitarias y el día que comenzaba a hacer notorio el cambio de tonalidades propias de la tarde, una briza suave acariciaba las cabelleras y ropas de los presentes, haciendo ondear la larga coleta rubia del inspector.

Si bien ahora si que cualquier indicio de duda se había ido, sus músculos contraidos, tensos ante la posible oportunidad de ataque contra su persona y la de su compañera le preocupaba, si sus sospechas eran acertadas una de esas dos mujeres era una Noah y la otra... un akuma de nivel 3 o 4, por como hablaba con tanta desenvoltura y sin ademám de preocuparse demasiado.

El brillo maquiavélico en los ojos de la en ese momento infanta de inocente aspecto se había llevado consigo todo resquicio de que era humana ¡cómo si lo ubiese creido! Desde un principio supo que nada de esa conversación estaba bien. El arma bien escondida bajo su chaqueta de la orden hacia rose permanente con su brazo, ya menos tranquilo que antes pero aún concervando ese algo de calma en su semblante, más vale tener la cabeza fría, debía seguir siendo analítico y encontrar el momento preciso...


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-...Así mismo... -Musitó más para ella que para los demás, aún así lo suficientemente alto como para que Rose la oyése. - Ya se han dado cuenta de todo, Rose... Llamaré unos cuantos akumas para que entretengan a los exorcistas y claro, podrá usted jugar con el que guste. -Dicho ésto la mujer llamó con su telepatía a unos pocos akumas previamente preparados, 2 de nivel 3 y 4 de nivel 2, los cuales se mantuvieron escondidos en los callejones cercanos e incluso algunos descaradamente se paseaban cerca aguardando ansiosos y sedientos por la llamada para poder atacar y si bien sabía que los de nivel 2 serían acabados pronto los nivel 3 no eran tan fáciles... además, estaba ella misma y Rose que de seguro era lo suficientemente fuerte y más.

-Ud. me dirá cuando comenzar a "jugar" -Llamó ella, mientras que su capa se hacia liviana y ondeaba al son del viento que paseaba por el lugar, en ese momento y sin mucho más que hacer clavó la vista en aquellos dos en frente y luego un rápido vistazo al hombre de harapos que las escoltaba.

Se podía sentir con claridad como aquel akuma disfrazado comenzaba a destilar su sed de sangre, pequeños temblores recorrían su cuerpo y... ella misma sabía que la farza ya no daba para más, el juego comenzaría pronto y aquel akuma podría irse contra aquellos dos. mas... Se preguntaba la hechicera dónde estarían los otros 2 exorcistas, probablemente enviarles un comité de bienvenida no era mala idea...

- Por mi ya podemos empezar... - Al instante de haberlo dicho, el grupo de akumas reclutados por ambas mujeres rompieron sus disfrases y volvieron a su forma grotesca y humanoide respectivamente... Un montón de carcajadas se dejaron oir de los akumas de nivel 3 y dos, que llenaron el aire y todo alrededor.

aquel nivel 3 hizo como si estirasen el cuerpo mientras sus grandes mandibulas dejaban ver la hilera de dientes que poseían, sus varios ojos refulgían por sed de sangre y deseo de muerte...

-Oh entonces yo jugaré conel rubiecito... -dijo la morena- En conjunto con el nivel 3 - Se relamió los labios ansiosa, sus ojos ahora dejaban ver un aire diferente, cambiando a su vez de personalidad... casi de aquellos que solían darle cuando niña...

-Hechicera... -llamó el akuma de nivel 3, el cual poseía una armadura verde brillante, con 3 pares de ojos inyectados de un rojo intenso, que en combinación con su risa maquiavélica y su mirar asesino de por si le otorgaba un aire espeluznante. -¿podemos atacar?, ¡ya queremos jugar! -

-ataca cuando gustes... - y sin más... al ataque.

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-Oh entonces yo jugaré conel rubiecito.. - En cuanto la palabra "rubiecito" llegó a sus oidos, Link se puso más que en guardia y dispuesto a demostrar que no por nada tenía su rango, no le sería tan fácil el acabarle... -En conjunto con el nivel 3.

Y en ese momento tras las preguntas de si podían empezar por parte del akuma y el respectivo asentimiento de la encapuchada, la bestia se fue contra su persona, su vista periférica le permitio un vistazo a su compañera quien permanecía empuñando su espada y podía verse que ésta estaba ya con su inocencia activada, la Noé mientras tanto aún no comenzaba su ataque y lo más extraño... la otra muejer no era ni Noé, ni akuma... "hechicera" era la palabra que el uno de los monstruos había usado... entonces y sin más... debía quizá cuidarse tanto o más que con las bestias que se le venían encima.

El hombre, sacó aquella cuchilla de su brazo izquierdo, esperando para defenderse y atacar.

Sonrio algo apenada por su descuido, la agradable conpañia le habia hecho olvidar por un momento su condicion de incognito.

---- ves esto en mi espalda? ---- dijo señalando el espejo cubierto por aquella tela purpura satinada ---- es mi arma, tipo equipamiento, pesada y estorboza... ya veras como funciona pronto, lo importante es que solo funciona optimamente con inocencias tipo equipamiento, las parasito son un problema ---- explico Emma estirandose lo mas posible para hablarle en el oido a Lavi ---- este es mi bellisimo espejo "El Imitador" ---- dijo con una sonrisa orgullosa mientras tocaba el espejo por atras.
---- por cierto... que hace exactamente un Bookman? ---- Emma habia escuchado que ese pelirrojo era un bookman jr, le parecia muy interesante ese "trabajo" a pesar de lo poco que sabia de el
Las cosas habian cambiado mucho desde que se habia ido de la orden... sin duda se habian vuelto mas peligrosas, esperaba tener la calidad para hacer su trabajo correctamente.
Ella no estaba en la orden pro que odiara a lso akumas o pro que los amara... ella estaba pro que ese era su trabajo... lo que mejor sabia hacer.

Hacía años que se ocultaba allí. Era una mujer a la que le disgustaban en gran medida las grandes aglomeraciones de gente, y sus antigus superiores lo sabían. Fue por esa misma razón por la que se escondío en Las Vegas, porque era un sitio en el que nunca pondría los pies si pudiera evitarlo. Pero se había ganado enemigos muy poderosos, por lo que si apreciaba su vida en algo, le convenía aceptar lo que mas detestaba. La mujer alzó la vista al cielo, y la luz le iluminó los rasgos. Su piel morena contrastaba con unos rasgos delicados, que eran estropeados por un parche que le cubría un ojo. Deseaba poder mantener ... ¡Un momento! ¿Eso era lo que creía que era?

La mujer agujereó el cielo con su ojo bueno. Si. No estaba equivocada. Akumas. Y un grupito de ellos. Un par de Nivel 1 y varios Nivel 2. No era normal que akumas sin esconder se reunieran en una ciudad como esa, asi que seguro que era una cosa importante. Porque iban de caza.

Una sonrisa le cruzó la cara. Nivel 2 como mucho ¿eh? Eso no le suponía ni desafío siquiera. Aunque era cierto que había abandonado la Orden tiempo atrás, eso no quitaba que el conde de las narices y sus akumas no siguieran siendo sus enemigos.

Se apartó tranquilamente hacia una pequeña y abandonada callejuela, asegurandose de que no la vieran y, una vez allí, saltó al techo de una de las casas sin ninún esfuerzo apartente. Una vez allí, la mujer, envuelta en una capa y con un sombrero en la cabeza, echó a correr por los tejados, sin hacer ruidos. Se podía ver que su antiguo entrenamiento aún servía, sin duda alguna.

Se empezó a ver un pequeño brillo dorado tras el parche de la mujer, que decidió lanzar la primera andanada. Una ilusión sencilla... Ya. Con un pensamiento creó la ilusión de dolor. Fue solo un segundo, pero durante ese instante los akumas se retorcieron en agonía.

Mientras tanto, la mujer se quitó el sombrero y el parche que llevaba, que mostró solo un ojo cerrado. Ese pequeño toque había llamado claramente la atención de sus enemigos confesos. Sin estrategia, solo con fuerza bruta, atacaron. Esa NO era la forma de enfrentarse a una ex-Generala.

El ojo oculto por el parche se abrió, dejando ver una fantasmagórica luz dorada. El orbe era dorado, y el centro del ojo estaba ocupado por una cruz blanca. Esa luz captó inmediatamente la vista de de los Akumas, sellado así, sin saberlo, su perdición. Ese era el único requisito para que su poder se inflamara al máximo. Para que sus ilusiones se convirtieran en la realidad.

Un centenar de lanzas aparecieron en el aire, y salieron lanzadas a una velocidad de vértigo, atravesando a sus enemigos. Como pequeño toque de limpieza, dispuso que cuando entraran en contacto con un akuma, empezaran a arder, consumiendo así el cuerpo de la máquina.

Solo sobrevivió a ese golpe un nivel 2, poque había colocado a dos compañeros delante suya. Empezó a crear una especie de bola de humo morada, sin duda con intenciones homicidas, pero no tuvo tiempo para atacar. La exorcista materializó un gran revolver de 6 tiros y apuntó con el al Akuma. Y disparó solo una vez.

El balazo destruyó completamente la parte superior del cuerpo del Akuma, aniquilándolo instantaneamente.

-¿Ya está? Pensaba que me durarían un poco más...

El arma se deshizo en su mano, Mientras que la mujer recojía su sombrero y su parche del suelo y los sacudía.

Aleena von Gerard volvía a realizar una noche mas su antiguo trabajo. Y su nivel no había disminuido en absoluto desde su tiempos en activo.

-Vaya, vaya... así que ese era su objetivo.- Aleena seguía en los techos de la ciudad, desde donde podía detectar facilmente a dos
exorcistas, hacia los que presumiblemente se dirigían esos akumas que se cargó antes. Una de ellas llevaba un pesado cacharro a la espalda, cubierta por una tela. El otro era pelirrojo y con un parche y ambos llevaban los abrigos y las cruces que los reconocían como pertenecientes a la Orden Oscura.

Sintió una ramalada de nostalgia, pero también rabia por lo que había vivido allí. Echaba de menos a sus compañeros, todo hay que decirlo. Echaba de menos la vida que llevaba allí. Añoraba no tener que huir y esconderse. Pero ya no había vuelta atrás. Tomó su decisión tiempo atrás. Y pensaba mantenerla.

De pronto, vio como el pelirrojo se llevaba la mano a la pierna, de la misma forma que haría un pistolero. Y se le notaba tenso.

-Juju. Vaya con el nene. Tiene buenos instintos.

Se quedó mirando, sin dejar ver su presencia. No quería que la descubrieran.

Los akumas seguían atacando, a diestra y siniestra disparaban sus balas de sangre contra la mujer de cabello celeste, y el mismo inspector que tuvo que correr a refugiarse tras una pared mientras el fuego enemigo amainaba. El akuma de nivel tres, siguiendo al hombre de cabellos rubios le dirigió un nuevo puñetazo, pero su mano se encontró con la cuchilla que el inspector guardaba en su brazo, propinandole un pequeño corte en el ante-brazo al akuma, no fue demasiado grande y más un golpe de suerte, pero le sirvió para ya no verse arrinconado contra la pared... el akuma solo sonreía sínicamente y sus ojos parecían brillar más...

-Veo que el hombrecito tiene energias, eso me gusta! - gruñó y una risa histérica salía de su boca. Link, molesto lo tomó por sorpresa y le dió una nueva patada, está vez en la quijada al akuma y dió en el blanco haciendo callar al monstruo, y alejándolo un poco más, permitiendole a Link tener nuevamente su espacio personal.

Pudo mirar entonces, desde su escondite como Cross atacaba a la niñita desplegando el poder de su arma, la pequeña al parecer había sido lastimada...

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En lo que las balas de aquella pistola habían al parecer dado contra Rose, la mujer hechicera envió a que dos akumas de nivel dos cubrieran sus flancos, esperando que las balas que volvían diesen en alguno de ellos. El viento se levantaba grácilmente y eso causó que por un momento la capucha qu cubría el rostro de la mujer se levantase, dejando así que se viese un poco de su cubierto rostro y algunas hebras de cabello largo y negro.

Ahora sería ella quien tomaría cartas en el asunto, avanzó unos pocos pasos hasta estar a una distancia propia y segura de la mujer exorcista, se rodeó de algunos akumas a modo de protección y sacando su cetro, lo posicionó a un lado de ella, sujeto por su diestra y comenzó a fijar la vista en la mujer, comenzando a obtener concetración se dispuso a comenzar a lanzar para ella, aquella oleada de dolor... por muy fuerte que fuese, en algún momento sucumbiría al dolor que la ilusión de la hechicera probocaba y ese sería el momento para el atacar de los akuma.

Aleena seguía mirando la escena cuando dos tipos entraron en escena. Eran muy estrambóticos...

-Que falta de gusto. Por no tener, no tienen ni mal gusto.

Aleena se quedó mirando, sonriendo mientras veía como apuntaban a los dos exorcistas con unas pistolas.

-Hum... ¿Me meto o no me meto?- Aleena permanecía dudosa. Recordaba algo de esos chicos de lo que le contaron en los Cuervos... Cruces en la frente, piel gris... No puede ser. ¡¿Son Noes?!

-No fastidies. Si ahora resulta que el duo Sacapuntas es uno de los aliados vivos del conde... Sigh. Esto lo cambia todo.

La exorcista dio un salto y bajó las tres plantas del edificio en el que estaba mientras que se quitaba el parche. Aterrizó sin ningún problema, sonriendo.

-¿Esto es una fiesta de disfraces privada o yo también puedo entrar?

Su ojo izquiero brillaba fuertemente, dejando ver por todos los lados el brillo dorado. Los minutos siguentes prometían ser muy, muy interesantes.

Llamaban a Lavi, igual paro y miro por encima del hombro, dos chicos con extraños atuendos, dio al vuelta completamente con una mano en su costado lista para desatar su espejo cuando una mujer aterrizo de quien sabe donde.
No entendia nada, miro a Lavi confundida.

lavi se estreemecio al escuchar aquella voz tan espeluznante procedente de los hermanos gemelos... su voz y su risa eran inconfundibles, lavi se giro sin alarmarse, mirandolos con su ojo izquierdo con el que los identifico a ambos...

- Emma, estos son los hermanos aliados del conde son noah, debes tener mucho cuidado, y no te dejes engañar por su apariencia debil y despreocupada.... bien y que haceis aqui Jasdero y Devitt..

grito el pelirojo temiendose lo peor... pero de pronto la presencia que notaba lavi se descubrio dejandose ver, era una mujer con un parche al igual que el pelirojo...

- asi que decidiste hacer acto de presencia... y tu eres...

dijo lavi al no reconocerla, a simple vista.......