Misión en Moscu.

Luego de aquel impresionante viaje, por dicho artefacto tan últil, Leandro se encontró en el frio recondito, y sobrecogedor propio de esas tierras, Leandro se percató de la existencia de una poblado, el cual hacia se notaba la presencia de akumas atacando el lugar, y de que tambien alguien estaba peleando con ellos.

Spoiler:

Por consiguiente, Leandro tomo sus dos armas con las manos cambiadas, para asi desenfundarlas y decir.

- Inocencia, Activate!

Con esto ambas espadas se volvieron brillantes, tomaron su filo, y modificaron el peso para maniobrarlas mas agilmente, esto tambien afecto al usuario, dandole mas velocidad, y así correr a toda velocidad, para su encuentro con la general, pero sin antes decirle al Finder.

- Armand, por favor refugiate en algun lugar, ... esperanos que ya luego volveremos por ti.

Dijo esto, para luego cambiar su semblante a uno, completamente serio y con determinación, el cual reflejaba sus ansias por luchar.

Luego de apartarse, un poco del lugar en donde peleaban la general y su mico, Leandro procedió, atacando a los akumas que quedaban en el lugar, utilizando a uno como escudo, y golpeando éste con una patada, para asi que chocase con otros 3 que habian y quedasen justo en fila, y justo en ese momento lanzo ambas cuchillas, las cuales giraron peligrosamente en si mismas, y avanzandorapidamente hacia los akumas, los claues fueron atravesados casi de inmediato por ambas armas, destruyendose simultaneamente. Y cuando empezo con su ataque, se desvió Leandro hacia un costado, para esquivar el ataque de una akuma el cual apareció por una de las casas destruidas, y apoyandose en una pared semidestruida, apoyandose con los pies, para luego saltar hacia otra cercana, dando una vuelta en el aire, respaldandome con las manos para hacerlo bien, y tambien para acercarme al akuma, y por ultimo quedando arriba de éste, para así recibir ambas armas que volvieron de su anterior ataque, y con estas dos lanzar un zarpazo frente al akuma, cortandolo como si una criatura gigante hubiese clavado sus garras en el akuma(en este caso 2 garras), destruyendo al ultimo akuma que quedaba.

Por consiguiente, Leandro se dirigió donde la general para saludarla, y quedando en guardia, por cualquier akuma que se estuviese escondiendo, para atacar por sorpresa a cualquiera de nosotros.

- Buenos dias, señorita Klaud, soy Leandro Figueira, .... mandarón con usted para ayudarla en su investigacion.

Fijando la mirada en ella, y algo confundido por lo que dijo la general, Leandro afirmo dichas palabras que dijo la exorcista, y luego, calmandose un poco, guardo ambas cuchillas desactivando la inocencia, luego incorporandose para ver en que le podia serle utila a la general.

- Señorita Klaud, ahora que llegue, le pregunto, ¿en que puedo serle util?

Dijo esto, mirandola fijamente con un semblante serio.

Siguiendo a la general sin dudarlo, Leandro ahora mas tranquilo, se ijo en el escenario hermoso, en el cual se daba a notar el ambiente navideño, aunque no era esa fecha. Desde las montañas nevadas , se hacia notar la presencia del sol en su esplendor, y de la blanca nieve, que a cuyo paso de los rayos de dicha estrella, se derretia y formaba algunos arroyuelos, minusculos dejando notar un poco de la vegetacion que alli habia. Leandro observaba esto, mientras seguia a su lider Klaud por el camino que ella mostraba. Y de pronto dijo, con una anterior disculpa, y recordando.

- Señorita Klaud, lo lamento, que con la tension de la pequeña batalla, se me fue responderle aquella pregunta que usted me hizo, .... no, solo me han mandado a mi, pero me dijieron, que a penas hubiese un exorcista que volviese de su misión lo mandarían a acompañarla para que la ayude con su misión.

De repente, la niebla levantada por los rayos tímidos del sol asomaba por la penumbra hecha artificialmente por los árboles blanquizcos, la sobmra de un hombre de estatura media, saliendo del lugar y acercándose a la casa sin más ni más. Su paso rápido no se veía entorpecido para nada por la nieve fresca en el suelo boscoso del lugar aunque... por qué el silencio seguía interrumpido?.

El ser seguía acercándose hasta que la luz baño su cuerpo por completo, un hombre de larga cabellera azabache y ligeras prendas negras de piel (no concordantes con el frío de aquel lugar) y un colgije conteniendo un líquido rojizo hacían como sus características físicas más resaltantes, sin contar su tes blanca como la misma nieve presente en el lugar. Sus manos en las bolsas del pantalón lucían bien abrigadas y carentes de frío aunque cabizbajo permanecía. Un aspecto raro que concordaba con él es que su sombra parecía ondeante, como finas olas del mar.

Ya estando a una distancia media de la casa, al parecer inhabitada, se detiene y la ve fijamente, sólo el soplar del viento y la brisa blanca de escarcha continuaban dominando en el lugar. De repente, el vidrio comienza a fisurarse poco a poco, pequeñas rayas lo iban vislumbrando hasta que estalla en miles de pedazos haciendo que la nieve del tejado caiga hacia la ventana y deje entrar el frío abrazador por ésta. Los pedazos de afilados del material caían como agujas en la nieve y en la madera para clavarse. Una sonrisa malévola salía de su rostro al mismo tiempo que el ser inerte permanecía y las demás ventanas sufrían el mismo efecto que la primera; todas estallaban y hacían un tremendo ruido.

Leandro, notó la atmósfera rara, que se hacia caer en el lugar. El silencio, algo comun para él, pero a pesar de eso, le molestaba, algo que no sabia, algo que no podía decidirce que era, pero la incomodidad, llego a ser casi palpable... haciendo que Leandro se pusiese en alerta completa, mirando todo el paisaje, pero siempre siguiendo fielmente a la general Klaud, por los senderos, que ella dictaba. Pero, justo cuando creia que ese silencio, ya no podia soportarlo, se escuchó, hacia la retaguardia de ellos, varios crujidos y resquebrajamientos, casi sin explicacion alguna, que viene un enemigo. Luego, tomando ambas cuchillas, por sus mangos, con las manos cambiadas, Leandro dijo, con voz baja.

- Inocencia, actívate!

Despues de esto, fijó la mirada hacia donde venian aquellos sonidos, que ironicamente, quebrantaban el silencio que en ese lugar hubo.

-Eh?!... Yo!?- El joven de misterioso provenir y rara postura se preguntaba a sí mismo y luego con su índice diestro se pegaba en la nariz quedamente para afirmar más aún si es que la chica se estaba refiriendo a él. Su semblante cambiaría por completo a uno más dócil e inocente. -Jiiiii!!!- La sonrisa notablemente transparente y los ojos cerrados alegremente hacían al sujeto aún más extraño aunque... por qué hubo un cambio tan radical en su persona? El ambiente se volvía más tenso debido a que el sujeto caminaría sin ninguna preocupación hacia la señorita que con un raro mono posando en su hombro se encontraba para después detenerse (de nuevo) súbitamente y postrar aquellos orbes bicolores hacia el joven portador de un arma anti-akuma.

-Qué raro... recuerdo haber visto varias de esas cosas brillantes en mi nuevo hogar, jhm...- El sujeto posaría sus ojos en el piso al igual que su distracción y concentración juntas para llevar su siniestra a la barbilla y comenzar a frotarla en forma de pensamiento. Aquel extremo raro cambio de actitud y comportamiento del sujeto era algún tipo de broma? o simple distracción? Sólo que su complexión era totalmente humana, hasta que decide acercarse más a la señorita y a una distancia media se sentaría en frente de ella y mirándola analíticamente (aunque con cara tonta) diría -Soy Xnipek y tú? Y tu compañero por qué tan agresivo?- No se movería de ahí hasta tener una respuesta, o al menos eso pensaba... su tono de voz era dulce, suave e igual de inocenete que su mirada.

Nada mas, Leandro se limitó a ver a este tipo como pasaba cerca de él, y luego, a quedar algo extrañado por el tipo de persona que era, algo como fuera de este mundo, (o como diria mi ex profesor de castellano, fuera de contexto XDD ) para asi luego fijar la mirada en los akumas que alli estaban, los cuales eran demasiados, pero aun asi, Leandro, sin vacilar la mirada, continuo mirandolos, a lo lejos, preguntandole antes a la general.

- Señorita Klaud, y ahora ¿qué tendriamos que hacer supuestamente?.

Dijo esto aun manteniendo la postura de pelea, y con ambas armas en sus manos.

[OFF: Nótese que mi personaje tiene 2 personalidades con bipolaridad cada una... en total son 4 tipos de carácter, por eso el cambio de color del texto]

-Jhm... comprendo!- Da un tremendo salto y se para el ser de extraño pesar y de extravagante presencia. Adquiriendo su primera y antigua postura cambia su mirada a una externa y carente de sentimiento alguno, sus manos lentamente se adentran de nuevo en los bolsillos del pantalón y camina un poco hacia el bosque impenetrable, dándole la espalda a sus "acompañantes" en aquel solitario y muerto lugar. Los akumas lejanos del lugar comenzaban a alejarse, como si aquel ser los ahuyentase o repeliere de alguna manera; eso entonces delata que Xnipek conocía a aquellas máquinas con el alma mancillada (akumas). -Jhm jhm jhm- El ser se mofa de manera extraña aunque con el mismo carácter que con el que llego, voltea lentamente hacia el exorcista y hacia la señorita con el primate como su guardia. La mirada cristalina del ser baja lentamente hacia la nieve en el piso y analizándola humedese sus labios con la lengua y los muerde pues el clima adverso los resecaba mucho.

El ser se coloca en cunclillas y postra con suma delicadeza la mano diestra en la nieve, los copos de nieve de los árboles caían sobre su mano enterrándola en aquel hélido material blanco. Un tronido impresionante salido de la nive justo debajo de su mano salía y provocando una serie de fisuras dañinas iría a toda velocidad hacia los exorcistas. -Mueran- La voz del ser elegante era acompañada de ráfagas de proyectiles purpureos que escondidos salían como de la nada, de entre los árboles de aquel bosque y justo detrás de él; apenas rosándolo y debido a la velocidad de dichos disparos sus ropas y cabellera jugueteaban con el viento al ser sacudidos violentamente por éste.

La sonrisa malévola del ser había vuelto con aquel ataque sorpresa y reincorporándose cruzaría sus brazos levemente a esperar el resultado aunque claramente sabía que el enemigo no se iba a dejar engañar tan fácilmente, sólo que los estaba midiendo.

Viendo la actitud hostil, de parte del tipo, Leandro actuó instantaneamente, al ataque, haciendose a un lado para esquivarlo, y viendo siempre a el tipo el cual reia sombriamente, como sabiendo que el era superior, y que podia jugar con nosotros. Luego Leandro, decidió preguntarle una vez mas a Klaud.

- General, ¿que quiere que haga?, ¿la ayudo a pelear con este tipo, o me encargo de los akumas?

Manteniendo siempre la guardia, Leandro dice esto, y con una firme mirada de determinacion ante todo, esperando la respuesta de su superiora.

-Sí, me encargare de ellos capitan Klaud.

Poniendo su mirada, en las esferas demoniacas, Leandro se lanzo con sus armas hacia el ataque de dichas maquinas asesinas, justo en ese momento en el que corria hacia el encuentro, comenzo a nevar. Una fría, pero hermoso espectaculo, se avecinaba, como si el destino anticipace el resultado del encuentro, pero esto fue obviado por Leandro, ya que se encontraba absolutamente concentrado y absorto, en sus abjetivos, los cuales deseaba su pronta destruccion, para asi volver con la general Klaud y ayudarla, o tambien, si ya huviese terminado con el tipo, seguir con la mision a la cual ambos estaban encomendados.

Leandro, comenzo a acercarse velozmente, y el unico sonido que se escuchaba era el de sus botas aplastando la nieve del lugar, hasta que Leandro llego a la distancia perfecta de ataque de los akumas, con esto se convirtio todo el lugar, como si fuese el centro de una guerra. Leandro, esquivando gracilmente los proyectiles, y acercandose peligrosamente, la masa de akumas.

[OFF: Disculpen la tardanza, pero tenía problemas con el pc... ya sigo]

Xnipek inerte se encuentra por recibir el ataque de aquella bestia de pelajes finos a lo cual, el reacciona y se mueve para esquivarlo por completo. De ambas manos comienza a concentrar una extraña forma no material que después crecería del tamaño de sus manos. Ambas esferas son lanzadas con dirección a Klaud y a su gran bestia para aplicarles un golpe no grave ni tan dañino, pero si estratégico; las esferas en el aire no hacían el más ínfimo y tenue ruido, silenciosas como la misma nieve al caer al suelo blanco e invisibles como el agua al dejar pasar los rayos del sol. Dichas esferas llevaban una velocidad sorprendente y con una trayectoria parabólica.

-Jhm jhm jhm... Noé del Llanto para servirte- Contesta la pregunta de su enemiga reciente mientras espera que su intento por golpearles funcione. Los akumas del bosque seguían (algunos) escondidos y otros más visibles, pero sin dejar de dispararle a la exorcista. Xnipek alcanzó a ver de reojo al otro exorcista que alejándose del lugar estaba... *Buena idea exorcista, caer en la trampa de separarse es la mejor idea acaso? Y más sin saber a lo que te enfrentas* Pensaba para sí mismo. Los akumas cerca del chico exorcista comenzaban a bombardearlo con una lluvia de proyectiles virulentos, lo que hacía difícil escapar de ahí; a menos de usar evasiones.

El Noé veía con una sonrisa aquel encuentro entre la gran cortina de nieve y tierra combinados yendo hacia él y al terrorífico, pero poderoso animal intentando conectarle un golpe en su siniestro. Inmuto el chico da una vuleta rápida para ver a la bestia que aproximándose a él venía y le brinda una sonrisa de autoconfianza y terror. Bajando ambas manos hacia el suelo tan frágil hace una ligera y muy escandalosa explosión. La nieve a su alrededor cubrió su procedencia, como la misma cortina que se aproximaría hacia él. Desapareciendo del lugar a una velocidad sorprendente y sin hacer el más mínimo e ínfimo sonido (para no alertar a la fémina y a su bestia) escapa de aquel lugar y termina sentado en una gran rama del árbol cubierto de escarcha observando el suceso, cual espectador romano emocionado al comienzo de la batalla sanguinaria.

sus cabellos negros se irían cubriendo rápidamente de aquel color tan puro y cristalino de la nieve, al igual que su ropa para después ser sacudidos un poco, gracias a las ondas vibratorias que ocasionaba. Sabría que la bestia seguiría su camino para golpearle, o al menos confundirla con su defensa de cortina espesa. El supuesto agujero que destasaría la tierra justo debajo de su posición antigua sería la trampa perfecta para la bestia o su portadora... tal vez?. Lanza dos esferas a unos árboles colindantes con su cortina para que éstos caigan con dirección a la bestia, además de cerrarle el camino y así hacer más probable un ataque satisfactorio. Se reincorporaba en la rama que acía sentado elegantemente para ver de lejos el escenario que el exorcista sufría con los akuma. -Jhm-

Un akuma aparecería justo al lado suyo, su apariencia era completamente extravagante pues pareciese tener dimilésimos de caras por toda su estructura ósea. Ambos, Noé y akuma de nivel 2, se miraron fijamente por un momento, casi instantáneo y después el akuma comience a tomar la forma física del Noé del llanto. Su presencia era la misma, casi imposible de diferenciar entre ambos. El Noé falso se avienta al ataque en contra de la general mientras que el verdadero ser se movía entre los árboles con suma delicadeza y sigilio para ir en contra del exorcista.