El Gran salón

El rostro del joven se mantiene serio y con un mirar penetrante fijo en Lero, como si tratase de desbaratarle con la mirada, aunque pronto la reacción del Conde llama la atención del chico, quien muestra una ligera mueca de sorpresa ante la apariencia de su anfitrión, claramente es algo que no se ve todos los días, mas después de esas pesadillas pocas cosas realmente le sorprenden.

- Mi Noá... acaso te refieres a esto que apareció con el sueño? - menciona el joven señalando su frente, en el acto una serie de estigmas se hacen presente como si se tratasen de un tatuaje. - Me puse a analizar esto una vez que desperté en la habitación, por eso no salí antes... aunque también logre notar algo nuevo, que según yo también era parte de mi sueño - Agrega estirando su diestra hacia el firmamento, en el acto la temperatura comienza a descender drasticamente, creándose una ligera brisa acompañada de una extraña neblina, causada claramente por el súbito cambio climatológico llevado a cabo en el salón.

- Demonios... esa cosa puede hablar!!!! - Grita sorprendido el joven a la par que dirige su dedo índice diestro hacia el paraguas flotante al escuchar como este murmura ante el frío, al mismo tiempo la temperatura comienza a retomar su normalidad haciendo notar que el joven ha dejado de ejercer su poder sobre el ambiente.

Tras solo unos segundos en aquella posición se nota un cambio en su gesto el cual se torna serio con las cejas ligeramente fruncidas a causa de la cuestión planteada por el Conde -Que el me conteste? - pregunta algo confundido ante la situación, simplemente es difícil imaginar como es eso posible... aunque realmente ya todo parece posible.

- Claro que me apetece - Responde confiado mostrando una gran sonrisa que deja a relucir su blanca dentadura, resaltando entre los dientes sus colmillos extrañamente afilados y un poco mas grandes de lo normal, algo que le daba un toque mas... sádico.

- Kekekeke, Claro que cuenta conmigo, Conde - Exclama en un tono servicial, que claramente contradice al que tenia recién salido del cuarto, algo cambio en el aunque era difícil distinguir que, enseguida se levanto para mirar mas de cerca al extraño paraguas que le miraba de manera curiosa.

- Pareciera que me temes... hermanito - Agrega acrecentando su sonrisa dejando ver el vacío de su boca acompañado de sus colmillos que asoman por sus labios de manera macabra.

La figura femenina se acercaba al lugar donde estaba el noah y el conde. HIzo unaemas de saludo hacia el noah a quien no conocía compleamente para luugo dirigirse hacia el conde.

-Maestro.- llama ella sus gafas oscuras tapaban sus ojos y su cabello rubio estaba amarrado comun pero elegantemente.- ya he regresado de la mision que me ha encomendado.- Fue lo que dijo ella.

-No he podido conseguir la inocencia pero... he conseguido informacion sobre esos exorcistas.

- kekeke, me agradas hermanito, nos conoceremos mas luego... - Exclama el joven peliblanco ante la reacción de Lero, el extraño objeto animado le causa cierta curiosidad pero a su vez se le hace algo bastante divertido, de todas formas su atención esta un poco mas centrada en la respuesta que le da el Conde, permitiéndole retirarse y observar el arca por su cuenta al gusto.

Antes de que pueda formular respuesta alguna aparece una nueva persona, su elegante presentación y aquel tono tan peculiar de piel la delata enseguida como una Noé, algo que llama un poco la atención del chico, atención que es rápidamente arrebatada por el comentario del Conde hacia la recién llegada... - Bien, creo que ya no soy requerido por ahora, nos veremos Conde, hermanito... y un gusto hermana -... Menciona con voz relajada mientras se aleja de los ahí presentes con una mano levantada en signo de despedida.

Lulubell escucho cada una de las palabras del conde, esta asintió a lo que decía el conde. Se sorprendió un poco al saber que todavía le necesitaba, de seguro los exorcistas no se cansaban esta vez. Pero ahora no les dejaria las cosas tan faciles.

- Un gusto hermano.- fue lo que dijo Lulubell cuando partió el noah, luego se dirigió hacia donde estaba el conde.

- Digame maestro que debo hacer, estoy a sus ordenes.

-¡ Conde sama, Conde sama !-

gritaba desesperada una mujer con ropas de mucama entrando con apresurada al salón.
Agitada tratava de calmarse y retomar el aliento pero era casi imposible, en cuanto había terminado aquella batalla tomó el cuerpo de su ama dispuesta a llevarla ante el conde. Era un largo camino a seguir pero la mujer no tenía tiempo para preocuparse por ello asique corrió con todas sus fuerzas a donde el Conde. Sentó el cuerpo de la noé, que llevaba en la espalda, en una silla cercana y retomó poco a poco el aliento. Ya un poco tranquila se dedicó a explicar.

-Conde sama, la señorita Reverie a sufrido un grave daño. El exorcista de nombre Allen Walker lastimó su noé interior, al igual que al señor Tyki Mikk tiempo atrás.

Un poco nerviosa ante la prescencia del conde al que, por primera vez, veia en persona. Con aquel respeto con el cual se dirigía ala familia de la chica se dirigia a la familia de Noé. Tranquila y a un lado de su ama esperaba las reacciones del Conde.

Antes de partir Lulubell vio como llegaba una de sus hermanas muy lastimada, el exorcista de nombre Allen walker había echo de las suyas. Eso le ponía de mal humor, por ahora tenía otros asuntos de lo cuales preocuparse.

-Espero que sane pronto.- menciono Lulubell con su rostro apasible de expresión, sus ojos estaban cerrados detrás de sus ojos oscuros.

-He de disculparme, por ahora debo retirarme.- les dijo a todos.- Iré hacer lo que me ha encomendado maestro.- exclamo inclinándose hacia el conde para desaparecer del lugar

De los más recónditos lugares del gran salón comenzaba a salir un eco de zapatos golpeando contra el duro piso, cada vez acercándose más y más fuertes y constantes. En la situación en la que los demás se encontraban ( o quizás ninguno) nadie se daría cuenta de la futura presencia del que recién llegado estará, mas que el Conde. Llegando justo en frente de su superior e ignorando la estancia de los demás en aquel lugar hace una elegante, pero ligera reverencia al Milenio y a continuación decide presentarse, también para los demás. La mano derecha la coloca detrás suyo, recargada en su espalda baja mientras que la siniestra permanece extendida hacia el frente. -Buenas tardes compañeros, me presento antes ustedes como Xnipek Pax... soy de procedencia incierta ya que mis raíces estan perdidas. Soy el Noé que porta la memoria del Llanto. Tanto gusto tengo de conocerlos a todos los presentes-

El noé pareciese que se presentara vanamente, aunque tenía esperanzas de ser notado por aquellos. Una sonrisa ligera dibujada en su rostro comenzaba a salir a la par de que sus ojos se cerraban un poco para dar un aspecto un poco más agradable.

El extraño y afamado ser se acerca lentamente a su superior que sentado estaba y se coloca junto a él, mientras que su mano diestra recaía lenta y delicadamente en el hombro del Milenio. -Gracias- Su voz efímera se iba distorcionando conforme unas ondas deformaban su cuerpo y haciéndolo desaparecer del lugar para darse un paseo por toda el arca terminaría dejando solo a aquel ser de gran poder.

El silencio dominaba el lugar aunque aquella chimenea de leña daba a lugar los cadáveres de varios leños negros y tronados produciendo el sonido característico al ser envolvidos con el color rojizo.

[off .-. me olvidé de Ren...xD ops]

Lentamente las voces le llegaban primero muy lejanas y luego cada vez más cerca. Al reconocer a por lo menos una abrió los ojos. Reconoció ahora el lugar. Se trataba del salón del arca. Se llevó una mano a la cabeza y parpadeó un poco y después miró al conde sorprendida.

-¿c-cómo...

-Señorita ¿está usted bien?-ahogando su preocupación se inclino hacia su ama, la cual asintió y trató de levantarse.- tenga cuidado por favor. Después de que los exorcistas se retiraran de Saint le Monde inmediatamente la traje hasta el arca, ya aqui...Conde sama se ah encargado de su herida, ahora debe ir a descansar...

-...y... ¿la mansión?esos exorcistas...¿la destruyeron?-preguntaba mientras miraba a nada.

-n...no señorita, la mansión está intacta. Le sugiero por favor que descanse.

-ne...Conde ¿Jasdevi y Tyki están en otra misión? quiero verlos -decía con su tono natural de voz.

Con una lijera y sincera sonrisa se dirigió a su líder.Deseaba ver a sus hermanos. Necesitaba hacerlo. De alguna forma necesitaba de las bromas pesadas de los gemelos y de los regaños del mayor al par. Aquello que de alguna forma se había hecho rutina, se antojaba después de alguna misión.

-Claro!- dijo alegremente con una amplia sonrisa en su rostro.
Aquellas invitaciones raras veces se daban, y aquella sería una buena ocación paraponer en práctica su educación por parte de su familia y lo que había aprendido de su hemano mayor Tyki.

Salió del salón para poder cambiarse y llegar cuanto antes al lugar. Odiaba llegar tarde a las citas y más si eran importantes.Acompañada por su akuma sale a paso algo apresurado del salón.

[cambio de escena]