Jasdero correteó por la sala con Road a su espalda un rato, riendo alocadamente y sintiéndose parte del juego, específicamente acatando su papel de corsel. Sin embargo, Devit aún no se movía de la silla, mirando con una sonrisa estática a su gemelo y hermana.
-¿Nuestra niñera? ¿bromeas? Nosotros sabemos cuidarnos a la perfección, Road -se dirigó a Road el pelinegro con falsa incredulidad, incorporándose de la silla perezosamente.-
Jasdero detuvo su "galope" hasta situarse al lado de Devit, riendo aún cual demente.
-Igual, igual, si las cosas las hace Jasdevi, todo será divertido. Jíii~ -agregó con efusividad el rubio.-Ne, ne, ne. Vámonos ya. Todos se han ido a sus trabajos.
-Si, si. Tienes razón -convino el pelinegro con gesto autosuficiente en el rostro.-
-¡El jefe se cabreará si nos tardamos! Jíii~ -rió Jasdero, como si el presenciar la ira del Conde fuese algo de lo más gracioso.- ¡Vamos! ¡Vamos!
Echó a correr nuevamente con la cría en su espalda hacia la salida, riendo nuevamente cual pequeñín. Devit también les siguió, pensando en las miles de maneras que podrían aplicar para acabar con la vida de aquellos dos meros humanos sin poder reprimir una sádica y satisfecha sonrisa. De una manera u otra, no esperaban darles una muerte pacífica; ese no era el estilo Jasdevi y nunca lo sería.