Cena Familiar [Reunión con el Conde Milenario]

Tema: Cena Familiar [Reunión con el Conde Milenario] Vie Ago 29, 2008 7:30 pm

La gigantesca e intimidante Arca Negra, donde actualmente residían aquellos verdugos oscuros quienes saboreaban el final de un mundo acercarse, se cernía en los confines mas escondidos de la tierra. Lúgubres tinieblas y permanentes neblinas adornaban el lugar que rodeaba aquel Objeto volador mientras algunos cuervos rondaban de un lado para otro junto a la fría brisa proveniente de la dama cazadora de la noche que se mantenía omnipotente en el firmamento.

Aquella enorme edificación contenía en su interior decenas de pasillos, casas y habitaciones; lujos sin igual y aun así un tono gótico que le daba una temible apariencia. Decenas de Akumas con cuerpo humano caminaban en varias direcciones vestidos como servidumbre. Parecían estar preparando algo, una cena de magnánimas proporciones, la pregunta era ¿para quien?

En el pasillo central se observaba una puerta abierta que daba a una estancia alumbrada por millares de candelabros y velas que flotaban imposiblemente en el techo. Ahí sentado en el comedor, dispuesto en la silla central de aquella larga mesa se podía observar a un sujeto de robusta apariencia: su abrigo de tono claro y su largo sombrero eran fáciles de reconocer, siendo acompañados por una sonrisa de lo mas tétrica, capaz de manifestar las peores pesadillas en los mismísimos dioses olímpicos. Dicho sujeto terminaba de tomar una copa de fino vino tinto a la par que uno de sus sirvientes se acerca rápidamente a el.

- Amo, el grupo de akumas que usted dispuso ya están comenzando a preparar su primer contacto con los exorcistas... ¿qué deberían hacer? - Cuestiona con un tono perfectamente sometido.

- Qué bien, esas son excelentes noticias. Diles que sigan al pie de la letra lo que les e ordenado, y que intenten no lastimar tanto a esos chiquillos por favor... solo déjenlos agonizando ♥ - Responde con un tono de amabilidad que contrastaba sus palabras.

- Entendido.

El akuma tras una ceremoniosa reverencia se despide cortésmente para dejar a su señor terminando una segunda copa de vino mientras espera con su tan conocida sonrisa a sus queridos familiares. Por supuesto, también tenía planes para ellos en este nuevo escenario que comenzaba a empezar.

Entraba en el comedor de su amo, lentamente y con elegancia. Su cabello largo y oscuro se movía al compas que ella lo hacia.
No tardo mucho en llegar y se quito sus gafas oscuras para dejarlas a un lado al entrar al lugar.
-Maestro.- exclamo inclinandose, cuando vio al conde del milenio sentado frente la mesa.- Hace tiempo que no le veía.- Dicho esto ocupo su lugar en la mesa.

-Ah, Lulubell-chan. Que bueno verte otra vez ♥–saludó el conde cordialmente, ampliando más, si se podía, aquella sonrisa alegre, cordial y a la vez tétrica; en su mano aún sostenía pacíficamente la segunda copa de su bebida que ya estaba por terminar- Me alegra tanto de que seas la primera en llegar. Como siempre tan puntual, es lo que siempre me ha agradado de ti ♥.

A su lado, Lero comenzó a revolotear cerca de la cabeza de su amo, repitiendo su nombre como si fuese una infantil melodía.

-Vamos, puedes tomar algo mientras esperamos pacientemente a tus hermanos, deben estar por llegar. Jijijijijijiji~ ♥ -entonó con afable vigor, dando a conocer las diferentes copas de fino vino tinto que se acomodaban al lado de cada plato y en cada asiento que enfilaba en la mesa.

- Vaya, como siempre sirviendo inmensas cantidades de comida para una cena corriente… - decía el elegante caballero que se aproximaba calmadamente a la mesa donde se veían servidos múltiples platos de comida a rebosar, como para todo un batallón – si sigues así jamás bajaras de peso Conde, los excesos nunca son buenos y mucho menos cuando hablamos del colesterol – agregó despreocupado, como a quien se le escapa un comentario poco cortes, cosa muy propia en el moreno que ya era famoso por ser un cretino de primera. Con estilo sobretodo.

- Lulubell, tiempo sin verte – soltó derepente, como si con eso pudiese tapar el disimulado insulto hacía su patrón, mientras tomaba asiento junto a ella – bueno, será cuestión de esperar a los otros que últimamente somos más – dijo en un tono más pensativo. Desde el suceso en el Arca y el huevo ellos no habían entrado en escena, solo se ocupaban de asuntos de la sociedad, así lo había resuelto el Conde, y sin embargo seguían apareciendo más hermanos y faltaba poco para que la familia de Noé estuviese completa de nuevo. Ya faltaba poco.

-¡Tyki-Tama! ¡Qué grosero, Lero~! -chilló Lero desde su puesto sobre la cabeza del Conde, mirando al mismo con algo de nerviosismo y curiosidad-.

El Milenario no se había inmutado en absoluto, ante el comentario del joven atrevido. Seguía sonriendo con aquella mueca divertida y temible.

-Aunque este alegre de verte a ti también, te pediré que moderes tus palabras, Tyki-pon ♥ -replicó el soberbio personaje de forma tranquila; aún manteniendo su afable y calmado tono de voz, con la única diferencia de que en él se advertía, muy levemente, cierta tonalidad severa que en un sujeto como él, levantaba cierto temor de querer reaccionar de una forma más contundente.- Por favor, puedes tomar lo que quieras. Aún la cena no estará servida. Faltan más miembros de la familia por presentarse, y quiero que estén todos cuando comencemos a comer ♥ -declaró nuevamente con alegría y tetricidad mostrados en su amplia sonrisa. Dió un último sorbo a su copa de vino y la dejó en la mesa, entrelazando ambas manos a su frente en porte de alguien que aguarda algo-.

Llegó algo tarde cosa que despreciaba desde que tenía memoria. Siempre le habían enseñado a llegar temprano a los compromisos pero tuvo algunos inconvenientes. Aun sujetando a sus hermanos de las manos llega hasta donde el Conde cuando suelta a sus hermanos y abraza a su patrón -como Road, por el cuello.-

-sennenko¿ como esta ? - dijo emocionada y feliz mientras seguía abrazando al conde- siento la tardanza, pero hemos llegado- dijo incorporándose quedando a un lado del conde y luego vió al paraguas. - buenas tardes, hola Lero, hola Lulubell

Con una amplia sonrisa se olvidó por un instante de aquel malestar, le hacía feliz estar con su nueva familia también le hacia bien el olvidar su pasado poco a poco.

-¡Re-reverie-Tama! ¡Está mal, lero~! -regañaba el paraguas nuevamente, preocupado por la integridad de su patrón. Había una gran diferencia en la estatura de Road y la de Reverie, siendo la segunda más alta.-

-¡Oh, bienvenida Reverie-chan! Me da un gusto verte tan feliz y animada ♥ -saludó el Conde afablemente- Vamos, vamos, ocupa tú lugar al lado de Tyki-pon, por favor. Tú también tienes un puesto único en esta familia ♥ -señaló cordialmente con una de sus regordetas manos mientras que con la otra acariciaba paternalmente la cabeza de la chica Noé que le asiaba por el cuello, animándola a sentarse. Seguía sonriendo, eufórico de ver cómo poco a poco su familia iba reuniéndose en la mesa, como debía ser. Aún faltaban más miembros, pero estaba seguro que acudirían al tiempo.

-Ne, ne. Recuerdo haber dejado con ustedes en la habitación de Tyki-pon a Jasdebi ♥ -rememoró el Conde con voz melodiosa y divertida- ¿A dónde se han metido? ♥

-Estamos justo aquí -se escuchó decir a Debitto en el umbral del gran comedor.-

La fisonomía de ambos gemelos se dibujaba abarcando todo el espacio que dejaba ver la entrada de aquel lugar, con poses relajadas, apuntándose mutuamente con curiosos revolver's dorados de tamaño singular, parecidos a meras imitaciones de armas de fuego versión infantil. Mostraban en sus rostros un par de sonrisas autosuficientes y burlescas, al tiempo que comenzaban a caminar con pasos reposados, pero a la vez ágiles en dirección a la mesa.

-¡Hey, Milenario! Cuanto tiempo -saludó el pelinegro con vigorizante petulancia.-
-Hacía mucho que Jasdebi no asistía a una de sus cenas, jíii~ -convino Jasdero.-
-hey, hey, ¿Y para qué esta reunión? -preguntó Debitto-.
-¿¡Será que por fin ha llegado la hora en que Jasdebi se pondrá en acción!? -exclamó eufórico el rubio-.

Entre charla y charla, ambos gemelos ya se habían sentado en sus correspondientes puestos, no sin antes causar un poco de barullo en el proceso. Sus asientos quedaban al otro lado de la mesa, al frente de Tyki y Lulubell. Debitto se recostó del respaldo de su silla y colocó sus pies arriba de la mesa, cual vago, mientras Jasdero se sentaba en la posición de indio sobre su propio lugar, (para la conmoción y taquicardia de Lero) riendo animadamente y aún manteniendo sus sonrisas petulantes.

-¡Jasdebi-tama! ¡Sientense como es debido, Lero~! ¡No seáis maleducados en frente del Conde-tama, lero~! -Regañó nuevamente el paraguas flotante con una vena sobresaliendo de su sien, furioso.-

-Lero tiene toda la razón ♥ -replicó el Conde, por primera vez a favor de su sirviente- Debitto, Jasdero, esas no son posturas que se pueden usar en la mesa. Hagan el favor de sentarse de forma educada y comportarse como unos buenos niños ¿Eh?; pronto la cena estará servida ♥ -ordenó el Conde en un tono de voz tranquilo y aleccionador, aún sonriendo, ¿Es que ese ser no se irritaba con nada ni con nadie?

Conocía muy bien a los gemelos, y sabía que con ellos era necesaria una gran cantidad de paciencia. Cosa que a él le sobraba en demasía. A ellos les parecía divertido el sacar de quicio a la gente, por lo que tomó con naturalidad sus tentativas al sentarse de aquel modo. Podría jurar que los otros Noé hacían mentalmente muecas de incomodidad ante tal comportamiento animal por parte de los gemelos.

Invitado

-condeeee! ^^ ya llege, esque, tenia que guardad mis jugetes, porque despues, jasdebi los mastica ÒoÓ-

una alfeñique niña, esbelta pelo en punta, atravezo el comedor como si encimna de una nube se tratase, paso ligera y acomedida, hasta llegar a donde el hombre con la sonrisa mas grande, llegada, se dejo caer por completo sobre la esplalda del sujeto pasando sus brazos alrededor se su cuello

-tykki! lullu!! que bueno que los veo! necesito que alguien me ayude ocn mi tarea ^^ - decia animada la niña - conde, me hand ejado muhca tarea, y no he tenido tiempo de jugar- ella hacia reproche mientras seguia acurrucandose.

regresando nuevamente a su composrruta, dejo el cuello del sujeto y fue a donde su lugar correspondia, sentandose con cuidado para que si falda no se arrugara, se sento, no sin antes sacarle la lengua a jasdebi y reirse un poco

Invitado

-Buenos días a todos, buenos días Conde¿Llego el ultimo?Que desconsiderado por mi parte, perdonadme, pero en realidad así es mejor ya que yo no tengo que esperar a nadie Smile

.-

Con una sonrisa en su boca otro Noé apareció en el comedor y se dirigió hasta su asiento.
Aun se le hacia extraño aquello, estar allí sentado esperando la cena con su nueva familia, con sus nuevos hermanos y con el Conde por supuesto pero en realidad aquello era la cosa mas familiar que había echo en su vida pues con la anterior no había sido muy feliz, probablemente porque era superior a ellos pero aquí estaba entre iguales...o casi.

-Se que he sido el ultimo en llegar pero ¿falta mucho para la cena?Es que tengo bastante hambre y también ganas de trabajar .-

-¡Mi querida Road-chan! Qué bueno verte, qué bueno verte ♥ -exclamó eufórico el Conde con una voz amable y paternal casi a la vez, quién había, al igual que con Reverie, acariciado la cabeza de la pelopincho antes de que esta se hubiese dirigido a su asiento- Ya me han informado lo de tus tareas. Más tarde te ayudo con ellas, no te preocupes; por ahora concentrémonos en la cena. Para hoy que es un día muy especial, e dispuesto las mejores especialidades del Chef para el disfrute de todos ustedes ♥ -informó orgulloso. Con ese comentario, pareciese como si el pecho del Conde se hubiese erguido mucho más.

Luego de haber atendido debidamente a la Noé mayor, nuestro robusto personaje dirigió una mirada sonriente y analítica al otro joven que hacía acto de presencia.

-Ares-chan, también me complace que hallas venido; no te afligas por tu demora, puesto que como dice el dicho: más vale tarde que nunca. Y en tú caso esto se aplica a la perfección ♥ -La voz del Conde seguía siendo pacífica y amable, manteniendo a la perfección el ambiente ameno que había reinado en el comedor gracias a sus esfuerzos (recordando las tentativas tanto de Tyki-pon como de Jasdebi). Tanto que cualquier ignorante de la situación que viese aquello, pensaría que en efecto se trataba de una simple y armoniosa reunión entre familia.- yare, yare. Pues sí. Ahora que estamos la mayoría, daré comienzo a la cena inmediatamente ♥

Ante estas palabras, casi como si fuese una orden directa al departamento de iluminación, aquellas velas y candelabros flotantes comenzaron a emitir una luz más intensa, llenando la amplia habitación de una claridad acogedora y rebosante de calidez. Al tiempo, desde la puerta principal del comedor comenzaron a acudir cientos de Akumas que representaban la servidumbre, cargando algunos en sus manos, bandejas repletas de comidas que harían de las delicias de la Reina de Inglaterra. Otros arrastraban pequeños carritos de servicio donde reposaba lo que parecía ser el postre: miles de dulces, pasteles, tartaletas, natas, helados, pudínes, entre otras delicatesses.

Todos estos alimentos fueron depositados armoniosamente en la mesa. Los platos fuertes figuraban en el centro de la misma, flanqueados por otros platillos menores con los cuales se podían hacer combinaciones a preferencia del consumidor. Varias copas de buen y fino vino aparecieron cerca de los cubiertos tanto de Tyki, Lulubell y el mismo Conde, dando entender que era la bebida de los mayores. Para Jasdebi se surtieron dos vasos de vidrio con Soda, siendo el líquido preferido por ambos en las cenas. Para Road, un vaso de leche achocolatada y para Ares uno de Sidra Dulce.

-¡Qué aprovechen, mi querida familia! ♥ -anunció el Conde, dando luz verde para que todos los que se encontraban allí en la mesa empezaran a degustar las riquezas que habían sido hechas especialmente para aquel momento. Incluso Lero tenía dispuesto un plato para él solo.

Los manjares fueron servidos en la mesa y una copa de vino fue cedida a un lado de su diestra junto a su servilleta blanca, la cual tomo educadamente y acomodo en el cuello de su fina camisa blanca. Tomo los cubiertos correspondiente y hecho mano a la vianda que le correspondía. Un exquisito plato de chuleta ahumada, ensalada francesa, puré de papas y salsa agridulce.

- Provecho familia – suscitó el mayor a los que estaban en la mesa, dedicándoles una calmada y relajada sonrisa antes de cortar el primer trozo de carne y llevarlo a su boca donde lo masticaría con suma educación. Modales propios del moreno.

Invitado

Tras la orden del Conde rápidamente cientos de manjares comenzaron a servirse. El hambre de Ares era atroz por lo que rápidamente se puso a degustar el solomillo que había ante el a la vez que cojia toda aquella comida que estuviera a su alcance, a veces sin fijarse siquiera si algún otro Noé tenia intención de cojerla.

-Gran acierto con la bebida Conde, aunque debe de tener miedo a pervertirme si me da alcohol^^- pensó Ares a la vez que se pregunto:-¿Como hará para acertar siempre con todo?

Entonces se fijo en Tiki quien, como siempre, tenia a su alrededor una especie de aura aristocrática, un estilo que solo la nobleza podía poseer, mientras que con gran educación y finos modales cenaba con ellos. Ares odiaba a la nobleza y ese tipo de cosas le parecían estupideces y pensó en lo distinto que era el de su hermano.El apreciaba a Tiki pero simplemente eran muy diferentes en ciertos aspectos. En realidad todos eran un grupo bastante heterogeneo pero a la vez eran una gran familia.

Si, eran su familia sus hermanos y disfrutaría de ellos.Y tras esto siguió comiendo aunque empezaba a preguntarse cuando diría el Conde la razón de la cena. Además se percato de que faltaban Noes entre ellos el Terror.

-¡A comer! -exclamó Jasdebi al unánime ya teniendo cada uno cubiertos en manos y listos para ser usados. Sus ojos reflejaban perfectamente el inmenso vacío de ambos estómagos que urgía por llenarse nuevamente y a toda prisa.

Cada uno de los gemelos que figuraban en realidad una sola entidad, tomó por su lado a la hora de surtir sus platos con la comida que se exhibía en las bandejas de plata, sirviéndose ágilmente lo que sus propios gustos demandaban para pasar por ambas ansiosas gargantas.

Ni siquiera un ogro hubiese comido tanto como Debitto hacía en aquel instante: Media pierna de ciervo asado, dos tazas enteras de arroz salvaje, una buena cucharada de ensalada bañada en aceite de oliva, un enorme trozo de lasaña y ocho de los sesenta huevos de codorniz preparados en salsa rosada. Jasdero era mucho peor: tartaletas de uva, dos tazas de pudín de chocolate, un considerable pedazo de torta Selva Negra, varias costillas de Cerdo, dos muslos del pollo asado, galletas rellenas de nata, pasteles de calabaza, la calabaza misma [xD] y cuatro vasos enteros de Soda para pasar los enormes buches.

Se acercaban los platos de tal manera que el tenedor hiciese el mas corto recorrido posible. La velocidad con la cual tragaban era de envidiar ¿Cómo no se morían atragantados aquellos dos seres? Aquello sí que era un espectáculo para los demás.

-Muy buena la comida, Conde -suscitó Debitto en un instante donde se daba un tiempo para respirar, limpiandose la boca levemente con una servilleta de forma ceremonial.-

-¡Todo está delicioso! ¡Muy delicioso, Jíii~! -agregó Jasdero, este sin limpiarse las comisuras.-

-Mis más sinceras felicitaciones al Cheff.

Y, así como callaron, fue como volvieron a su trabajo de antes; para el alivio de muchos, no habían conseguido esparcir los restos de la comida fuera de sus platos. Incluso parecían comer de la forma más moderada posible tratándose de Jasdebi. Ya habían recibido una reprimenda por parte del Conde y detestaban cuando este les reprochaba, por muy sutil que fuese, su manera de comportarse frente a él, con aquel irritante tono aleccionador y casi paternal.

La comida había llegado y todos estuvieron listos para comer, Lulubell hacia lo mismo, su delicadeza y su clase le hacian diferenciarse del resto, tal como tyki. Pero como ella era mujer su sutileza era mas acentuada.
Llevando trozos pequeños de comida en su boca, parecía que estuviera lejos de terminar. Pero como no comía tanto, en comparación de sus hermanos Jasdevi y Debitto, ella demoro la misma cantidad de tiempo que sus demas hermanos.

Limpiando la comisura de sus labios con suma delicadeza dio por terminada aquella cena. Quedandose, debidamente sentada, haber si su maestro decía algunas palabras o alguno de sus hermanos lo hacia.

Invitado

-kyaaa!!! conde!! tu siempre te luces de verdad!- dijo la niña mientras movia su mano el aire como si de pedir la palabra en la escuela se tratara

tomando una pieza de pan, un plato con un poco de pavo, ensalada con aderezo(MUCHO ADEREZO XDD) y algo de pure , ademas de unoas cuantos pastelillos, se apresuro a colocar una servilleta descuidadamente sobre su faldona y comenzo a comer gustozamente, mastico y trago, para despues limpiarse la boca y atinar a decir

-conde..^^ cuando sera que me dejes probar ese vino?- la niña hizo un lebe puchero de broma, y tomando su chocolate con leche lo mostro a lo alto

-prometo que te dare chocolate si me das de tu vino ^^.... aunque pensandolo bien.... mi chocolate sabe mejor ^^ - comento y al temrino bebio de su chocolate *o* xD

Jijijiji, Road-chan tan animada como siempre. Muchas gracias por el halago, mi pequeña Noé. Todo este festín lo hice sólo para ustedes ♥ –Respondió el Conde luego de haber terminado su plato, que momentos atrás había estado lleno a rebosar de comida de toda clase. Entre los comelones, aquel personaje no se quedaba excluido en la lista.-

Con suavidad tomó la copa de fino vino que se encontraba al lado de su ahora plato vacío. Bebió de estos pequeños tragos y luego, aún sosteniendo el instrumento, se volvió a dirigir a la pequeña pelopincho.

-Aún estas muy chiquita para tomar de estas bebidas, Road-chan. Cuando seas mayor, prometo darte todo el vino que quieras probar. Claro, eso si Sheryl-san lo conciente ♥- agregó riendo entre dientes. Lero, que también había finalizado su vianda, comenzaba nuevamente a levitar alrededor del sombrero alto del Conde.

A este se le sirvió sin demora como postre, una altísima copa llena de helado de vainilla y chocolate, bañado en diferentes sirope’s y acompañado con galletas achocolatadas y bananas, cosa que haría agua la boca de cualquiera. El regordete personaje dirigió una mirada complaciente a su bocadillo, y sin esperar ningún tipo de percance que lo detuviese, tomó el cubierto correspondiente y comenzó la faena en devorar aquella delicia en dulce.

Mientras degustaba su postre, un leve brillo malicioso y espeluznante se reflejaba en la luz que enfocaban sus redondos lentes; esperaba que por fin toda la familia terminase de comer para dar inicio al verdadero motivo de aquella reunión. Chispas de tristeza se asomaron en instantes por sus ojos: Amós aún no hacía acto de presencia. Era una lástima, él quería que también estuviese allí. También era de la familia ¿Por qué se perdería una reunión tan importante como aquella?

Ya había dado por finalizado su plato fuerte y ahora seguiría el postre. Educadamente retiro las sobras de su boca con la punta de la servilleta manteniendo los ojos entrecerrados, con los cuales buscaba entre el surtido de alimentos aquel postre que había hecho predilecto en cuanto lo diviso. Agradecía que Jasdebi no lo hubiese devorado y siquiera mirado. Estaba ahí.

Con una sonrisa de alivio tomó cuidadosamente entre manos enguantadas en seda, un trozo de la apetitosa marquesa de chocolate que se alzaba en uno de los sectores de la mesa, poco observados para su suerte. Suspiró aun más complacido cuando dio un primer bocado a aquella delicia de postre que solía degustar en horas exclusivas cuando estaba en compañía de su familia, últimamente con mucha frecuencia. Desde el incidente del arca no se había alejado de ellos ni un ápice.

Mientras degustaba con sumo placer el tiempo del postre, sonreía con cierto aire de quien esta sumamente cómodo, el ambiente de su familia le llenaba en grande, lo había hecho durante varios meses ausente de “su lado blanco”, sin embargo sabía que faltaban más miembros de la familia, por ejemplo aquel chico que había ido recoger hacía semanas, Amós se llamaba, el nuevo hermano a quien el Conde designo como su heredero. Hasta la cena de hoy no sabía bien a que se refería con eso ¿Qué estaría tramando?

- Conde, ¿sabe por qué Amós no se encuentra entre nosotros? – se atrevió a preguntar el moreno cuando en su plato solo quedaban restos de la crema chocolatada.

Invitado

- esque el tiene el complejo de "me creo gente importante" xDD-

atino la peli pincho a donde tykki, girando para dejar su vista al hombre gordinflon le comento
- no importa conde, ijijjiiji, me encanta con mi deliciosa leche-

dijo atinando a temrinar lo que quedaba de un solo trago, al tiempo que tomaba una paleta de carmaelo de bastos colores de forma circular y con detalles en espiral, viendo al conde, road noto ese brillo, ese brillo que le hacia pensar en mil y un cosas, no podia epserar a saber de que se trataba, aunuqe conosiendolo
-"sera divertido"- penso la niña haciendo aun mas drande la sonrisa un tanto sadica de su rostro

Ya iva por su segundo plato pero algo, aquel malestar no le permitió seguir y bajó la chuchara y junto con ella su rostro. Escuchaba extrañamente las voces de sus hermanos como si estuvieran a gran distancia.Algo pasaba pero no sabía de que se trataba o porqué sentía aquello.

Antes de dar a conocer aquel malestar un bello halcón sobrevoló el comedor y descansó en la mano derecha de la joven quien sin levantar la mirada empuñó su mano. Como si le diese algún mensaje el halcón inclinó su cabeza a la altura del oido de la chica misma que se sorpendió y tragó algo de saliva.

-*mi hogar...*- pensó y justo después el halcón emprendió vuelo nuevamente para salir por la misma ventana por la que había entrado antes.

-Ah. Amós. ♥ –Musitó el Conde advirtiéndose en su voz un deje de desilusión.- Tal parece que no va a venir a esta reunión familiar… es una pena. Le había preparado su platillo preferido.♥ -Y así se sonó la nariz con la servilleta que tenía dispuesta alrededor de su cuello, como si estuviese sollozando.-

Lero, preocupado, se acercó a su dueño bajando por fin de su sombrero.

-Tranquilícese, Conde-Tama, lero~. Estoy seguro de que el joven Amós no está por algo verdaderamente serio, lero~ -Animó el paraguas con expresión preocupada y escandalizada en su rostro-.

Tras una última soplada, el robusto personaje dejó al lado de su plato aquel trozo de tela. Volviendo nuevamente a su perfil tranquilo, apacible y sonriente. Sonriente espeluznante. Su mirada se fijó entonces en Reverie, a quien, sin que se diese cuenta, había estado observando atento con su bien desarrollada vista periférica.

-Bueno, bueno, mi querida familia ♥.-llamó la atención el Conde- Espero que hayan disfrutado de todo este banquete tanto como yo ♥.-hizo una breve pausa en donde paseó la mirada por todos los asientos ocupados, sonriendo ahora de forma siniestra. Si. Ahora venía lo bueno- Pues ha llegado la hora de hablar acerca del verdadero motivo de esta hermosa reunión familiar ♥.

Los lentes del Conde cobraron brillo malicioso al tiempo en que las brillantes luces comenzaban a reducirse hasta quedar ardiendo tenues. Oscureciendo la sala.

“Ya hace varios meses que hemos dejado estar en paz a los Exorcistas. Nuestra presencia únicamente se ha limitado a aparecer entre las masas nobles como diplomáticos, señalando mi propio caso, el de Tyki-pon y el de nuestro querido Ministro Kamelot. Desde el incidente del huevo ♥ –la voz del Conde pareció algo furibunda en esta frase- y el ataque a la Orden Oscura, los exorcistas han estado a sus anchas, recuperándose y tratando de ganar más terreno en esta guerra, haciendo la sempiterna búsqueda de los trozos de Inocencias ♥

Pobres ingenuos. No tienen idea de que apenas el escenario está montado y que la obra está aún por comenzar ♥"

El Conde se interrumpió. Miró a todos los presentes captando su atención y se levantó ceremonioso de su propio asiento, su abrigo claro a contraluz de las sombras. Hubo un silencio perpetuo, casi solemne y entonces el Milenario anunció:

-Ya ha llegado nuevamente el momento de tomar cartas en el asunto ♥

Irónicamente, varias cartas de mesa se aparecieron de la nada sobre la mesa, deslizándose limpiamente por el mantel hasta que cada una quedo al frente del puesto de los presentes. Boca abajo, sólo mostraban los decorados tradicionales de unas simples barajas de Póker.

-He allí la misión correspondiente para cada uno de ustedes ♥.-sentenció el milenario con voz afable y seria, manteniendo su permanente sonrisa espeluznante-.

"Les daré la importante y buena noticia del día: uno de nuestros hermanos está a punto de despertar, si es que ya no lo ha hecho. Sé que lo han sentido: los genes de Noé están entrelazados entre sí, unidos. Es imposible que no hayan al menos tenido el presentimiento de que alguien o algo que faltaba antes en sus corazones estaba por resurgir de las cenizas ♥

Alguien tendrá que darle la bienvenida. Y Tyki-pon será ese alguien. Tráela a mi presencia ♥.-ordenó- Como nuevo miembro de nuestra familia, necesita ser guiado por uno de los hermanos mayores hasta la morada que pronto será su hogar ♥ "

Obviamente, en la carta estaban los datos que necesitaba para aquella misión; así como con todos. El Conde solo daba detalles.

Lulubell ♥

"Tú irás a África. En el antiguo Egipto están dispuestos un numeroso grupo de Akumas que vigilan a los Exorcistas que están allí. Tal parece que van en busca de un trozo de Inocencia, según lo que me han reportado. Puedes disponerlos a tu servicio y complacencia. Sé que no me fallarás ♥"

Ares ♥

"Tú misión es dirigirte a China. También dispones de varios Akumas de nivel 1 y 3 que me han reportado que es allí donde se encuentran dos Exorcistas, y lo que es más importante, uno de ellos es un General. También van en busca de Inocencia. Debes acabar con la vida de ese general y también de la Exorcista si se da la ocasión, además de apoderarte de aquel trozo, esencia de Dios ♥ "

Reverie ♥

"Tú misma ya debiste presentirlo ¿Cierto? Sé muy bien lo que estas pensando, y puedes dirigirte hacia ese lugar cuanto antes. Acaba con la vida de los dos Exorcistas que se han atrevido a profanar tú terreno, que de hecho, son dos de los mocosos más molestosos con los cuales me ha tocado lidiar en la guerra. Te lo encargo, pequeña ♥"

Para Road y Jasdebi ♥

"Ustedes tienen una misión diferente, de asesinato, por así decirlo.

En la ciudad de Londres, se celebrará el día de mañana una congregación de diferentes personajes importantes en el mundo de la política. Justo entre esas identidades se halla la de dos famosos ejecutivos que hace poco hicieron negocios conmigo en plan de hacer de sus contactos y organizaciones una Fábrica de Akumas. Lamentablemente, estas personas comenzaron a evadirme y a usar parte del dinero que les e brindado para proseguir con el trabajo, para su beneficio personal, cosa que no figuraba en el contrato. Me gustaría que fuesen a darles un escarmiento por su osadía en burlarse de mí, que e sido una persona benévola y les e dispuesto de cualquier cosa para sus comodidades en la tarea. Pero eso sí, por favor: hagan que todo parezca un desafortunado accidente, jijiji~♥"

Otra pausa más, en la cual el Conde dejó su asiento y se disponía a retirarse.

-Esas son sus misiones de hoy, familia. Espero que logren divertirse tanto como quieran con sus presas. Yo debo irme a hacer de mis trabajos; los Akumas no se hacen solos jijiji~ ♥ -entonces volvió a darse la vuelta, justo antes de abandonar el comedor por la puerta principal- Quiero resultados. No me agradaría mucho encontrarme con que han fracasado. Confío en sus habilidades ♥

Y así, nuestro regordete personaje se retiró de la escena, dejando a cada Noé con su trabajo y nueva misión. Si. Darían inicio a la destrucción ese mismo día.

[Aclaraciones: Los Akuma de nivel 1 será dispuestos a los exorcistas que estén en el nivel 5, es decir, los novatos o los iniciados, igual figura lo mismo con los de nivel 2. Mientras que los de lvl 3 a aquellos de nivel 6, es decir a los críticos. Las muertes no son válidas por los momentos en el foro, por lo que, aunque el Conde halla ordenado esto por su naturaleza despiadada, pueden llegar al límite de herir de gravedad a su adversario, pero sin matarlo. Derrotarlo únicamente.

En el caso de Road y Jasdebi. Como no hay más misiones de exorcistas por los momentos, se les ha asignado este Bonustrack (no se me ocurrió otro nombre mas guay) para que, aunque no tengan oponentes reales, si dan con éxito la misión tendrán experiencia. Puede que a medida se desarrollen los hechos, se les envíe un Exorcista como adversario o dos (dependiendo de cómo se vaya integrando más gente). Eso es todo ^^. Cualquier duda, háganmela saber por mensajes privados, por lo demás, hagan desastre y diviertanse!

Enjoy it!]

Asintió ante las palabras de su maestro, era verdad ella había sentido que alguien mas faltaba en su familia.
Lulubell leyo la carta que le había dado su maestro, luego de escuchar cada palabra de este.
Su destino era africa, mas especificate egipto. Cualquier cosa que haria en aquella mision debia de complacer a su maestro.

-Me retiro.- dijo tranquilamente Lulubell con la carta en su mano.- Con su permiso.- Camino elegantemente, hasta desaparecer del lugar.

Había escuchado con atención cada una de las palabras del Conde bajo el velo de un rostro tranquilo y relajado. Así que un nuevo miembro eh, ya lo presentía desde hace un rato aunque realmente creía que se trataba de la ausencia de Amós. Sentía su pecho hincharse del regocijo tan característico que trae el despertar de un nuevo miembro dentro de sus finas vestiduras. Había emoción en el brillo de sus doradas orbes.

Tomo la carta que le correspondía y la observo con detenimiento, repasando involuntariamente su misión. Así que le tocaría ir por otro nuevo miembro eh, últimamente se estaba encargando mucho de ese tipo de cosas. Como dijo el Conde, los hermanos mayores deben guiar a los menores en los asuntos de la familia para que queden a gusto. El único que había hecho esa excepción fue el músico.

- Vaya, pronto tendremos una nueva hermanita eh – musitó al tiempo se reincorporaba echando hacía atrás su asiento levantándose - en ese caso me daré prisa, posiblemente me encuentre algo “muy” divertido – agrego con una sonrisa que ocultaba su verdadero placer al sentir que estaba tan cerca nuevamente de los charcos de sangre inocente, desapareciendo en un eco de elegantes pasos bajo los largos pasillos de su hogar.

Jasdevi miraba a todos irse a sus misiones, impulsados por la emoción de volver nuevamente al campo de batalla.

Ambos miraban desinteresadamente la carta con la misión que les correspondía a ellos y a Road, la mayor de la familia. Devit chasqueó la lengua. Antes de partir, tendrían que ponerse de acuerdo.

-Así que nos toca hacer un asesinato ¿Eh? -terció el pelingro-.

-Jíii, al menos Jasdevi entrará en acción nuevamente -agregó Jasdero animado-

-Pues sí. Aunque me hubiese gustado tener que enfrentarme a los Exorcistas -la sonrisa que ahora dornaba el rostro de Devit era sádica y escalofriante- Pero dah. Quizá terminemos topándonos con uno de ellos -suscitó encogiendose de hombros-.

-Roaaaaad ¿Tú que piensas? -canturreó Jasdero apoyado de la mesa como chiquillo, mirando fijamente a la chica pelopincho sonriente-.

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