Cuidando del jardín

-¿Eh? ¿Por qué lo preguntas? –interrogó a su vez Devitt escrutando a su hermana detalladamente.

- ¿Eh? Por... Por nada, simple curiosidad - Respondió, y esperó hasta escuchar la respuesta.

-Pues mira, están: Tyki, Road, Lulubell, Azaley, Ryu, nosotros Jasdevi, tú, un chico nuevo que creo que se llamaba Deo… y esos son los que están por el Arca…creo –respondió inocentemente Jasdero, contando a cada Noé que nombraba con los dedos de sus manos.- Nee, nee, ¿Nos dirás ahora dónde están las plantas sanas para Canela? –preguntó.

- Vayaaa... Hay muchos más de los que creía - dijo sorprendida - Me pregunto cuándo los conoceré... - Pensó en voz alta, y pasó lo que solía pasar cuando Rose ponía sus pensamientos en palabra: se quedó un rato distraída, y no oyó la pregunta del rubio hasta 1... 2... 3... 4... 5... 6... 7 segundos más tarde de que ésta hubiese sido formulada.

- ¿Eh?... ¡Ah, es verdad! - Exclamó repentinamente, saliendo de sus pensamientos - claro que os lo diré - respondió, mientras empezaba a caminar hacia dónde estaban las plantas sin antibichos.

Al final dudaba en preguntarles lo del lado humano después del despertar, quizás se lo tomaban bien, o quizás mal... - Por preguntar no pierdo nada, además, ¡somos una familia y tenemos que confiar los unos en los otros! - Pensó, decidiendo preguntarlo de una vez en lugar de seguir dando rodeos con preguntas tontas.

- pero tengo otra pregunta... Es que... Es normal que, aunque ya haya despertado como noé, mi lado humano... - Pero algo la impidió seguir la pregunta que había empezado a formular casi de carrerilla.

- ... así que haciendo tratos con el enemigo, Rose - Se calló de repente al oír la voz de su hermano mayor.

Primero palideció, después se puso roja de la vergüenza y miró fijamente hacia el suelo mientras cruzaba nerviosamente los dedos, como si pidiese perdón en silencio. Le pasó por la cabeza intentar mentirle, pero, a juzgar por la frase, lo había oído todo.

- Esto... Yo... No... Yo... - Balbuceó, incapaz de levantar la mirada - Lo siento! - consiguó articular - Pero... Es que sinó Canela enfermaría y... Perdón! - Dijo, esta vez consiguiendo alzar la vista, aunque volvió a mirar al suelo al terminar la frase - Aunque sé que no estoy en situación de pedir nada... Te pido que no le digas nada al Conde... Por favor... - Pidió muerta de vergüenza a Tikky. Desde luego que su lado malvado se había esfumado del todo y volvía a ser la misma chiquilla tímida y vergonzosa de siempre.

Mientras escuchaba las excusas de Jasdebi y las disculpas de su pequeña hermana Rose, Tyki fumaba cual tranquilo y despreocupado su puro cuyo sabor era más delicioso de lo usual, sería porque le divertía mucho la escena que estaban montando los gemelos al verse atrapados sin muchas posibilidades, dado que el más ingenuo de los dos había practicamente resumido todo lo que pretendían hacer con lujo de detalles. El moreno esbozaba una sonrisa calma, y de manera fraternal se dirigió primero a su hermana antes.

- Descuida, Rose. No pienso meterte en problemas con el Conde, después de todo eres nueva entre nosotros y lo bastante inocente como para ser generosa con los líos de Jasdebi - le dijo sin apartar el cigarro de sus labios el cual se había ladeado a un lado de sus comisuras. Y luego se dignó a hablarle a los gemelos, contestando a la pregunta de Devitt.

- ... Y para tu desgracia, no. El Conde aun no me encarga nada en particular, al parecer quiere dejarles el trabajo sucio a los Hechiceros del Círculo por esta vez... supongo que se debe a que en estos tiempos la familia viene a estar muy ocupada con los exorcistas y no pasamos el suficiente tiempo juntos - explicó el mayor con palabras razonables. Justo en ese momento una de las tease sobrevoló de largo cerca de la faz del moreno. Le siguió con la mirada hasta que se perdió de vista entre la vegetación del jardín.

- ... después de todo, no hará falta que nadie le diga nada al panzón. Él siempre se entera de todo aquí - recalcó no dando muchas esperanzas a Jasdebi y a Rose - por mi parte no pienso ir de chismoso, así que hagan lo que les paresca con la yegua - acabó mirando al susodicho animal a quien le acarició el puente del hocico con afabilidad, recibiendo por parte del corcel un resoplido de agrado.

- ¿Qué haces aquí? Pensamos que el Conde te había mandado a algún otro encargo suyo ¿sabes? El Arca estaba de lo más tranquila y armoniosa sin ti. - Dijo el gemelo moreno, y Rose por un momento pensó que la discusión estaba próxima, aunque prefirió no intervenir por el momento, no quería correr el riesgo de empeorar la situación.

- Descuida, Rose. No pienso meterte en problemas con el Conde, después de todo eres nueva entre nosotros y lo bastante inocente como para ser generosa con los líos de Jasdebi - se tranquilizó al oír que su hermano no pensaba delatarla...

- Gracias, Tyki - Dijo con voz más calmada la niña de ojos bicolores.

- ... después de todo, no hará falta que nadie le diga nada al panzón. Él siempre se entera de todo aquí - ...aunque esa tranquilidad se desplomó de golpe como un edificio mal construido y fue substituida otra vez por la inquietud al oír las últimas frases pronunciadas por el moreno. Aunque a ella no la fuesen a castigar tanto como a sus hermanos, tenía tendencia a preocuparse por los problemas de los demás como si fueran los suyos (a no ser que estuviese enfadada, pero no era el caso).

Suspiró. Bueno, almenos si se metían en problemas no quería que fuese en vano, así que examinó las plantas del jardín, tomó cuidadosamente las adecuadas y se las dió a los gemelos.

- Con estas plantas Canela se curará - les dijo - y lo siento, en parte esto es culpa mía... Si hubiera hecho la vista gorda y hubiese continuado regando las plantas como si nada sin entrometerme no os habrían descubierto... - reconoció avergonzada, luego recordó la pregunta que había quedado inconclusa y se dispuso a terminarla.

- Y lo que quería decir antes es que yo... Aunque ya haya despertado como noé... - Empezó a decir indecisa, esta vez dirigiéndose también a Tyki.

Parecía que iba a decir algo más, a juzgar por su cara de preocupación cualquiera diría que era algo importante, pero la indecisión venció a la curiosidad - ... Emm ¿Qué... Qué hay para cenar? - Y acabó soltando la pregunta más tonta e improvisada del siglo, mientras sonreía con una gota en la sien y se examinaba las uñas nerviosamente para no acabar delatándose.

Bien, por el momento, el cambio de tema había quedado más o menos creíble

-¿Huh? No tenemos ni la menor idea –corearon los muchacho virando los ojos hacia arriba, como si intentasen hacer memoria de algo.- Pero ahora que recuerdo, el Conde había mencionado algo de ‘culinaria italiana’, la cena pasada… creo que tiene pensado ponernos a comer pasta esta vez – Comentó el mayor de los gemelos.

- Hum... Gracias por la información - Les agradeció Rose - La verdad es que nunca he probado la comida italiana... Es buena? - Preguntó Rose con curiosidad. En ese momento oyó los pasos del mayor de sus hermanos, que se acercaba hacia ella. Y la castaña se percató de que seguramente él se había dado cuenta de que estaba ocultando algo, alzó la vista sin querer y sonrió nerviosamente mientras volvía a mirar fijamente las baldosas del suelo como si encerraran el misterio del universo (a este paso se las acabaría sabiendo de memoria).

- ¿Hay algo que te preocupe, Rose?- Le preguntó el moreno, mostrando interés por la pregunta que ella había estado a punto de formular.

- De hecho si... Es que yo... No sé cómo explicarlo, pero... Aunque haya despertado como noé, siento como si... - en la mente de la joven nació un recuerdo: la imagen de Heidelberg convertido en su jardín. - En mi interior, hubiese algo que no encaja... Es como si todavía tuviera un lado humano - Explicó a sus hermanos, a pesar de que no estaba segura de haberse explicado muy bien - A vosotros también os pasa? - Preguntó la pequeña, con mucho miedo a causa de que temía que la fuesen a mirar mal por ello.

-¡Es deliciosa! A Jasdevi le encanta la pasta y la lasagna –respondió Jasdero casi babeando al imaginarse los platillos preferidos de los gemelos al estilo italiano.

-Y ahora que lo mencionas, nosotros también tenemos hambre –puntualizó Devitt. Nuevamente Jasdevi hacía gala de su ingenuidad y desinterés por los sentimientos de las demás personas. De ninguna forma se habían dado cuenta de lo que Rose ocultaba, cosa que Tyki adivinó con facilidad.- Bueno, nosotros nos vamos a comer algo… gracias por las plantas, Rose –con un ademán de la mano, ambos gemelos se despidieron de la muchacha, nuevamente pasando del mayor, con la yegua siguiéndoles a un lento galope.

-Hiii~, también podríamos ir a ver si el Conde tiene alguna misión que ponernos, para variar Devi –sugirió entonces Jasdero en el camino mientras se miraba el cabello y lo acariciaba con cariño.

-Tienes razón. Entonces dejemos a Canela en el establo y vayamos a buscar al Conde.

-¡Síi!

~Cambio de escena~

[Off: post cutre xD pero quiero fastidiar a ciertos exorcistas~]

- Bueno, nosotros nos vamos a comer algo… gracias por las plantas, Rose –

- D-de nada, adiós! - Dijo la castaña con amabilidad aunque algo de nerviosismo, luego esperó con inquietud la respuesta de su hermano mayor, mientras miraba fijamente al suelo. Pero parte de esa inquietud se desvaneció al notar como el moreno le acariciaba la cabeza.

- A mí me sucedió, y sé como debes estarte sintiendo ahora... - musitó - y creo que precisamente por eso soy el menos indicado para darte un consejo Rose... pero, si puedo decirte algo y es que no te preocupes demasiado por eso, si eso te hace hasta diferente de nosotros déjalo pasar... poco a poco verás como encuentras tu propio lugar dentro de tí - Dijo su hermano mientras posaba su mano en el centro del pecho de la muchacha, dónde se podían sentir los latidos del corazón de Rose, ahora más calmados. La pequeña se tranquilizó al oír esas palabras, más había algo que la sorprendió: cuando Tyki dijo que también le había pasado, notó en su voz cierta... ¿Nostalgia?

- tómalo con calma, aun eres muy reciente entre nosotros y es normal sentirse tan extraño... si te sientes mal o crees que hay algo te incomoda busca en tu interior y escúchate a tí misma, y si no estas segura sabes que puedes contar con todos nosotros. Somos una familia. - Dijo el moreno mientras se reincorporaba.

- H-hai... Muchas gracias por el consejo, hermano - Le agradeció Rose mientras sonreía con amabilidad. - Y... Estás bien? - La chica se sorprendió, ya que la pregunta se le había escapado - B-bueno... Es que cuando has dicho que a ti te sucedió, te he notado un poco nostálgico - Dijo a su hermano, justificando la pregunta.

- creo que ya deberíamos estar en la mesa, al Conde no le gusta que nos atrasemos para la comida... - Dijo su hermano, después de mirar la hora.

- Es cierto! Ya es hora de almorzar - Dijo la chica sorprendida, había perdido completamente la noción del tiempo desde que había cruzado las puertas del jardín. Aunque era inevitable, ese lugar era tan tranquilo que parecía como si se hubiese congelado el tiempo en él...

Siguió a su hermano hasta la salida del arca, y en aquél momento se percató de que otro chico se encontraba en el jardín... Tenía el cabello largo y si no fuera por su cuerpo, lo habría confundido con una muchacha ¿sería otro noah? No... Más bien parecía un hechicero del círculo

Por un momento le pareció que era de mala educación no despedirse, así que se armó de valor y dijo - A-adiós - aunque a un volumen no muy audible, la verdad... Luego siguió su camino hasta el comedor

-cambio de escena-