En la inmensidad de los pasillos del Arca un solo sonido es audible. Pasos, el sonido de unos tacones hace aviso de una presencia. Pasos tranquilos sin hacer mucho ruido. La responsable, Reverie Metherlence la Noé de la pereza, caminaba mirando a los lados, sus orbes registraban cada puerta y cada mínimo detalle para así comprobar que no estaba perdida por ahí.
Vestida de negro, como de costumbre recogía su cabellera negra y larga con un listón de color guindo. Llevaba sus lentes los cuales colgaban de las cadenillas que rodeaban su cuello las cuales estaban bañadas en plata. Con un libro en mano seguía caminando tranquilamente. Se sentía extraña puesto que era de las pocas veces que rondaba sola [literalmente] por el arca. Siempre estaba acompañada, por Medea, Tyki, Jasdevi o Lero, fuera quien fuera, siempre le hacía compañía. Trataba de no preocuparse por eso y disfrutar de su andar solitario.