OFF: Siento haber tardado tanto u.u
Eremes se sorprendió bastante al ver la cara de la General, que ni mucho menos sabía que era ella todavía.
Su mente aún seguía borrosa entre hacerse a la idea del naufragio y entre estar entre tantos conocidos y no tan conocidos.
Klaud... ese nombre le sonaba, pero, de todo modos no sabía con certeza dónde o cuando lo oyó.
De todos modos, si no recordaba, la tomaría como una persona nueva a
conocer, y por tanto, debía empezar por presentarse él tambien.
- Eremes...soy... Eremes.
El joven Noé no reveló lo que era, exactametne eso, un Noé. Se limitó a escuchar todo el barullo del fondo, hacia el cual ahora mismo Klaud le estaba invitando a ir, y hacia donde, por cierto, ahora se encaminaba el Noé.
La mujer tenía razón, debían ir hacia allí para encontrar solución... y la salida de aquel lugar.
Eremes miró hacia atrás, y sonrió al ver al simio de color blanco seguir bebiendo de aquel coco, que todavía sostenía entre sus manos, sorbiendo poco a poco su líquido en su interior y disfrutarlo debido a la cara de felicidad que se le notaba.
Con un gesto de la mano, como llamándola, el Noé quizo que Klaud le siguiera para ir dentro de tanto bullicio. Demasiado ruido para una persona como Eremes, pero... era necesario entrar en aquel gigantesco corro de gente hablando para salir cuanto antes de allí.
Una vez él estuvo dentro de todo aquel circulo de personas hablando por doquier, escuchó algo así como unos alaridos que no podrían ser más que insultanes hacia la persoan que fuera objeto de tantos "elogios".
A lo lejos, alguien con cabello rojo y sombrero negro, al igual que todo su traje, acompañado por lo que parecía... un ataún grande, estaba vociferando a viva voz a alguien conel pelo gris, y a otras dos personas, que Eremes conocía a la perfección aún desde lejos.
Solo les había visto un par de veces, pero... era suficiente como apra saber quienes eran y com oestaban allí mismo: gritando cuanto podían y más.
- ¡Aaah! ¡¡CROSS!! ¡ASÍ QUE TAMBIÉN ESTÁS AQUÍ! ¡ESTE ES EL PERFECTO MOMENTO PARA HACERTE PAGAR TODO LO QUE LE HAS HECHO A JASDEVI!
- ¿Pero quien coño sois?
Una voz bastante burlona, y divertida se podría decir, habló a ambos, que ahora, por cierto, se encontraban en el suelo. ¿Como no se iba a acordar después de todo lo que hizo? Bien que se divirtió en secreto mientras les hacia alguna que otra perrería según limpiaban platos.
Olvidándo esos sucesos y recordando alguno que otro, Cross ya se percató de quienes eran. Parecía que tanto vino le afectaba a su memoria a decir verdad, o eso, o era que ni se acordaba debido a que le prestaba más importancia a intentar salvar sus queridos cigarros.
- Ahhh... si. Pensé que me había librado de vosotros ya... ¿Que tal lo pasasteis sin mi?
Cross miraba cada poco a los gemelos tirados en el suelo, pero, era mejor salvar los cigarros para poder concentrarse debidamente.
Mientras Allen se alejaba, Cross lo observaba con algo de recelo porque al menos él no tenía a dos personas justo en el cogote, gritándole como cosa mala. Además, el pequeño aprendiz inútil estaba con dos jovenes mujeres, aunque una... era casi una niña y básicamente ahora estaba defendiendo al Capitán.
Éste la guió el ojo descubierto mientras la hizo un gesto para que la acompañara a la mansión junto Grave of María a sus espaldas y Allen y Mana por delante.
